La Policía Nacional Civil (PNC) se encuentra en alerta por la posible unión de las dos principales pandillas que azotan el país, la MS13 y la 18, para iniciar el año 2018 con ataques contra diputados, ministros, fiscales y alcaldes, reconoció el director del cuerpo de seguridad, Howard Cotto.
Cotto confirmó la autenticidad de un documento interno de la PNC filtrado a los medios en el que se advierte la intención de las facciones Revolucionarios y Sureños del Barrio 18 y Mara Salvatrucha (MS13).
El memorándum, fechado el martes 26 de septiembre, da cuenta de que estas estructuras también “se juntarán” para atacar policías, soldados y otros empleados gubernamentales, “si los homicidios en contra de sus familiares y miembros no cesan”.
En la misma se advierte que las pandillas realizarían “acciones terroristas como la quema de autobuses, gasolineras” y “contra puestos policiales y las aduanas de las fronteras” del país.
El documento, firmado por el subdirector de la Policía, César Flores, y dirigido a todos los mandos policiales, instruye que “de inmediato se activen todos los recursos de prevención, inteligencia, investigación y operatividad” para “detectar, capturar y desarticular la células de terroristas locales”.
“Es verdad ese memorándum”, apuntó Cotto en una rueda de prensa el jueves, además señaló que este tipo de comunicación “permite sobre todo a los departamentos de inteligencia (…) corroborar, descartar o confirmar” las sospechas.
El Salvador ha experimentado una escalada de muertes violentas desde el pasado 21 de septiembre, con lo que registra una media diaria de 28 homicidios, el triple de los que venía computando hasta esta fecha.
Además, la última semana, El Salvador también ha registrado sus dos jornadas más violentas en lo que va de 2017 con 40 homicidios el día 23 de septiembre y 34 el miércoles.
Las autoridades atribuyen esta escalada de violencia, en la que también han sido asesinados al menos 3 policías y 2 militares, a purgas entre la MS13 y la recientemente formada facción disidente MS503. Sin embargo, de los 34 homicidios perpetrados ayer, tan solo 2 de los fallecidos eran pandilleros.
Este repunte también se da cuando el Ejecutivo ha militarizado los registros en la capital con un despliegue de soldados y con la salida de vehículos blindados y artillados a las calles.