Un repunte de asesinatos se ha registrado en El Salvador en los últimos cuatro días, con un saldo de 74 asesinatos computados entre el viernes y lunes.
En medio de la ola de crímenes un niño de 12 años fue asesinado con arma de fuego el lunes por la tarde en Santa Ana, reportan las autoridades. El menor sería familiar de un miembro de la Corporación Policial.
Como medida de contención, el Gobierno ordenó un régimen de aislamiento drástico en los centros penitenciarios que incluye sellar con planchas de acero las celdas de los reos de alta peligrosidad que se encuentran presos en siete de las cárceles del sistema.
Además, las autoridades decidieron mezclar a los integrantes de distintas pandillas en una misma celda, sin conocerse aún el resultado de la medida.
“Ya no se podrá ver hacia afuera de la celda. Esto evitará que puedan comunicarse con señas hacia el pasillo. Estarán adentros, en lo oscuro, con sus amigos de la otra pandilla”, escribió en su cuenta de Twitter el presidente Nayib Bukele.
Bukele aseguró también que la salida de un pandillero de prisión (por apelación) el pasado jueves fue la manera cómo salieron las órdenes desde las prisiones para cometer homicidios.
Las autoridades creen que la instrucción de elevar las muertes violentas también se pasan mediante señales con el cuerpo entre las diversas celdas, de allí la idea de sellarlas.
«No vamos a permitir que salga ni una sola orden de los centros penitenciarios», sostuvo Osiris Luna, vice ministro de Justicia y jefe de prisiones, quien destacó que estas bandas han mutado su forma de comunicación a raíz de las restricciones.
Durante el fin de semana el presidente Nayib Bukele dijo que «el uso de la fuerza letal está autorizado» para los cuerpos de seguridad en defensa de sus vidas y de los ciudadanos, ante el alza de los homicidios por parte de las pandillas.
