El Tesla Semi finalmente vio la luz. El Tesla Cybertruck, la que quería ser la primera pick-up eléctrica está a punto de ser develada y será en algún momento de este año que eso ocurra. Pero el Tesla Roadster, el súper deportivo eléctrico, es definitivamente el proyecto más veces postergado por Elon Musk.
Las razones siempre son distintas, pero si se quiere encontrar una respuesta equilibrada entre los vaivenes de la industria, la priorización que se le dio al SUV Model Y, la crisis de microchips y algunas otras explicaciones que se han escuchado como argumento para esta dilación, la más sensata es que cuando este auto salga a la venta, tiene que ser algo completamente inesperado.
El problema que ha tenido Tesla con sus postergaciones, es que les dio tiempo a los competidores. Así como el Tesla Model 3 les ganó de mano y sacó rédito de haber llegado al mercado antes que la mayoría tuviera un sedán mediano equivalente, con el auto deportivo pasó exactamente al revés. El Rimac Nevera, el Battista Pininfarina, o los menos pretensiosos Porsche Taycan o Mercedes EQS, han empezado a ocupar ese espacio que tenía que tener al Tesla Roadster, entonces ya no habrá privilegios para el producto norteamericano.
Así es que ahora hay una nueva fecha de lanzamiento, y esta es finales de 2024. Lo ha anunciado el propio Elon Musk en un Twitter Spaces la semana pasada, al decir que el Tesla Roadster entrará en producción a fines de 2024, y que el diseño final y los últimos retoques de ingeniería se completarán este mismo año. “Esto no es un compromiso, pero esperamos comenzar la producción el próximo año. Tesla ciertamente está poniendo a prueba la paciencia de nuestros titulares de reservas”, exclamó el empresario de 51 años nacido en Pretoria, Sudáfrica.
Pero la gran novedad que propone Musk para el auto súperdeportivo de edición limitada consta de algo que nadie ha puesto en un auto de producción hasta el momento, y que no se termina de dilucidar bien cómo funcionará. Es el modo SpaceX que tendrá la versión de más alta performance del Roadster, y que consiste en utilizar una suerte de cohetes de aire ultracomprimido que sean capaces de emular los propulsores de la nave espacial de su compañía que también lleva ese nombre. Gracias a este complemento de potencia, el automóvil alcanzaría los 400 km/h de velocidad máxima sin consumir mayor potencia de sus tres motores eléctricos.
Musk ha prometido y postergado el lanzamiento del Roadster varias veces. Ahora dice que se comenzará a producir para fines de 2024
“No es sólo la guinda del pastel, sino que es la guinda de la guinda del pastel, por lo que definitivamente no contribuirá en gran medida a los ingresos. ¡Será un modesto contribuyente a la rentabilidad, pero será enfermizo!”, dijo Musk al hablar de las prestaciones que tendrá el automóvil deportivo de su marca.
Del Tesla Roadster no se conocen nuevas especificaciones más allá de las últimas publicadas en mayo de 2021. Será un 2+2 plazas, es decir con dos butacas y un pequeño habitáculo trasero de reducidas dimensiones. Sus tres motores eléctricos estarán distribuidos dos en el eje trasero y uno en el delantero, aunque tendrá tracción en las cuatro ruedas, y si bien no se sabe la potencia nominal de esos tres impulsores combinados, sí se ha dicho que tendrán 10.000 Nm de torque que le permitirán ir de 0 a 100 km/h en apenas 1,9 segundos. La autonomía prometida es de 1.000 kilómetros, pero no se conoce el peso del vehículo, ya que un acumulador de electricidad de esa eficiencia, debe tener su buen tamaño y kilaje.
La aerodinámica superior e inferior demuestran la alta performance que tendrá el Roadster. De 0 a 100 km/h en 1,8 segundos y hasta los 400 km/h
Del precio poco se sabe, aunque desde 2017 ha habido varios clientes que hicieron depósitos a modo de reserva de un auto que en teoría debía estar en las calles un par de años más tarde. Musk ha comentado que para aquellos que hayan realizado esa inversión de confianza, habrá una edición especial de 1.000 unidades a la que probablemente denominen como Tesla Roadster “Founders Series”. En cuanto a las versiones de serie, la idea es que existan dos modelos distintos en potencia y precio, con un modelo base que costaría cerca de 200.000 dólares y el más potente y equipado que podría superar los 300.000 dólares.
El diseño del modelo es muy atractivo, con dimensiones de ruedas y difusor trasero muy llamativas, que aseguran un nivel de adherencia acorde a lo que promete ser una potencia similar a la de los reyes de los hypercars eléctricos, que se acercan a los 2.000 CV. Ahora es cuestión de esperar, una vez más, por la concreción de otra promesa de Elon Musk.