Hasta ahora la conexión entre el sueño y el aumento de peso ha estado bien establecida. Numerosos estudios han proporcionado pruebas de que dormir poco (menos de cinco horas) provoca un desorden hormonal, ralentiza el metabolismo y reprograma el cuerpo para comer más.
Pero ¿qué tan graves son las consecuencias en términos de números?
Un nuevo estudio publicado en PLOS One habla de la relación entre la duración del sueño y una serie de factores cuantificables como la circunferencia de la cintura, la presión arterial, los lípidos, la glucosa, las hormonas tiroideas y otras medidas importantes en el perfil metabólico de una persona. La investigación, dirigida por el Instituto Leeds de Medicina Cardiovascular y Metabólica y la Escuela de la Ciencia de Alimentos y Nutrición, involucró a 1,615 personas de entre 19 y 65 años de Gran Bretaña.
Lo más llamativo del análisis fue poder demostrar que dormir insuficientemente puede provocar el incremento de, al menos en una talla, el tamaño de la ropa.
La gente que durmió un promedio de seis horas cada noche tenía unos tres centímetros más de cintura que aquellos que lograban descansar durante nueve horas en una sola noche. Aquellos que tenían menos sueño también pesaban más. La relación entre un mayor sueño, una menor cintura y un índice de masa corporal (IMC) inferior parecía casi lineal, tal y como se muestra a continuación.
Los resultados parecen contradecir otros estudios que muestran que dormir demasiado (nueve horas o más) podría tener un impacto similar a los que duermen demasiado poco. Este nuevo estudio parece demostrar que la circunferencia de la cintura y el IMC son más bajos para aquellos que tienen 12 horas de sueño.
La teoría de por qué esta relación existe tiene que ver con dos hormonas que indican cuándo comer y cuándo parar. Menos sueño altera el equilibrio y hace que quieras comer más. Por eso, no es de extrañar que las personas sean propensas a ser más grandes y a ganar más peso.
El estudio de PLOS One también encontró otra diferencia preocupante entre las personas que tenían sueño suficiente y aquellas que no. Encontraron que un sueño más corto parecía estar relacionado con niveles reducidos de HDL o colesterol «bueno» en la sangre.
El investigador Greg Potter, de Leeds y coautor del estudio, expresó su preocupación porque el sueño insuficiente puede contribuir a la obesidad y a la diabetes tipo 2. «Comprender por qué las personas aumentan de peso tiene implicaciones cruciales para la salud pública», apostilló en ese sentido.