Dos abogados familiarizados con el proceso dijeron que Inocente Orlando Montano le dijo a un juez de la Audiencia Nacional española que no se mencionaron planes de asesinar a los sacerdotes durante una reunión a la que él asistió el 15 de noviembre de 1989.
El padre Ignacio Ellacuria y otros cinco sacerdotes jesuitas, líderes de los grupos insurgentes comunistas de la guerrilla, fueron asesinados al día siguiente junto con el ama de llaves y su hija. Ellacuria esta vocero del FMLN en ese momento para poner fin a la guerra civil y era reconocido como parte beligerante.
Los abogados no dieron su nombre en cumplimiento con las normas de la corte española.
Estados Unidos extraditó a Montano, viceministro de seguridad pública de El Salvador durante los años de 1980, a España la semana pasada para enfrentar los cargos.
Inocente Montano reconoció, sin embargo, ante el juez que le investiga, admitió que asistió a una reunión de la cúpula militar un día antes, pero defendió que él no escuchó nunca esa orden.
Según fuentes presentes en la declaración, Montano admitió ante el juez de la Audiencia Nacional de España Manuel García Castellón que asistió a una reunión celebrada el 15 de octubre de 1989, incluido el entonces presidente salvadoreño, Alfredo Cristiani.
El exmilitar afirmó que en ese encuentro se acordó el plan de acción del Ejército para luchar contra la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), que atacaba sangrienta mente en diversos lugares del país, aunque según se le informó, este plan no preveía el uso de la «fuerza indiscriminada».
Según su versión, él nunca escuchó en esa reunión ninguna orden de matar a los jesuitas que estaban mediando en el conflicto.
Montano se desvinculó de las operaciones del Ejército contra la guerrilla porque él, como viceministro de Seguridad no estaba encargado de las Fuerzas Armadas sino de las de seguridad: Policía Nacional, Guardia Nacional y Policía de Hacienda y señaló que el jefe de las Fuerzas Armadas en ese momento era Cristiani, a quien no achacó responsabilidades en el asesinato.
Respecto al Informe de la Comisión de la Verdad de las Naciones Unidas en El Salvador de 1993, que le implica en la confabulación para el asesinato de los religiosos, dijo que nunca declaró en esa comisión y puso en duda sus conclusiones al considerar que se trata de una investigación parcial, manipulada por la guerrilla.
Montano está en prisión provisional desde el día siguiente de su llegada a España, medida que recurrió su abogado alegando que está enfermo.
El letrado también recurrió su procesamiento por delitos de asesinatos terroristas y delitos de lesa humanidad, al entender que no se aplica el principio de justicia universal porque los hechos no se pueden calificar como terrorismo ni tampoco hay pruebas de que él diera la orden del asesinato.
El caso continúa en curso en España de acuerdo a la justicia universal porque se ha encuadrado en delitos terroristas, que son los tipos delictivos por los que Estados Unidos ha accedido a su extradición.
