La aplicación y el éxito de la ley de control de migrantes provenientes desde Centroamérica da al país un respiro ante la amenaza de Estados Unidos de imponer aranceles a los productos mexicanos.
El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador celebró el éxito de su nueva Ley de Migración por la bajada de un 36,4% de los migrantes centroamericanos que entran en Estados Unidos. Esta ley se ejecutó el 7 de junio tras las reiteradas amenazas de Washington contra el Ejecutivo mexicano, al asegurar que, si no se controlaba la entrada de migrantes, se aumentarían los aranceles a los productos mexicanos.
Durante estos 45 días, el Gobierno de AMLO ha aumentado significativamente su presencia en la frontera sur del país con refuerzos de la nueva Guardia Nacional para que Estados Unidos no cumpliera la amenaza que afectaría gravemente la economía mexicana.
Esta primera fase ha finalizado con la reunión entre el secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, y el secretario de Estado de EE.UU. Mike Pompeo, con una evaluación positiva de los resultados por parte de los dos líderes. Ebrard aseguró que «desde la aplicación de la ley todas las personas que transcurren por territorio mexicano lo hacen siguiendo las normas».
La caravana de migrantes es uno de los problemas sociales, fronterizos y políticos que más polémicas han suscitado durante la legislatura de Donald Trump. Cientos de miles de personas provenientes, en su mayoría, de países afectados por la violencia y la pobreza como El Salvador, Honduras o Guatemala han atravesado México en los últimos meses con el objetivo de buscar una mejor vida en Estados Unidos.
Esto ha generado una crisis humanitaria que carecía de precedentes en la zona y ha incrementado la tensión fronteriza y diplomática entre Estados Unidos y México hasta la aplicación de esta ley. A este respecto, Pompeo reconoció que «el Ejecutivo actual ha hecho claros avances y ha actuado mejor que Gobiernos anteriores», aunque advirtió que «aún queda mucho por hacer».
Esta reunión llegó a la mitad del acuerdo por el que México se comprometió a reducir la presencia de inmigrantes ilegales en sus fronteras y dado su éxito ha hecho pensar al secretario de Relaciones Exteriores mexicano que no será necesario negociar un acuerdo de «tercer país seguro» con Washington, que obligaría a los migrantes a solicitar asilo en México en vez de Estados Unidos.
Marcelo Ebrard dijo que en otros 45 días (cuando se completen 3 meses del acuerdo) dará otro balance para cotejar si se mantiene la «tendencia».
La estrategia contempla estabilizar e invertir en Centroamérica
El 19 de julio comenzó en El Salvador en plan de inversión mexicano “Sembrando Vidas”, que pretende aumentar el empleo estable en el país y que se extenderá a Honduras en los próximos meses, aunque Ebrard advirtió que «su implementación será más compleja si no se cuenta con una mayor ayuda económica proveniente de Estados Unidos».
Es por ello que Mike Pompeo también visitó al presidente salvadoreño Nayib Bukele para tratar temas de lucha contra el narcotráfico y migración en un país que «debe mejorar sus condiciones».
Bukele ha asegurado que su objetivo es que «la gente se quede en El Salvador», pero para ello ha advertido que es totalmente necesario que países como EE.UU inviertan dinero en la lucha contra la pandilla MS-13, que tanta inestabilidad y violencia genera en el país.
Con EFE, Reuters y AP