Contra todo pronóstico, Marruecos se impuso a Bélgica en un duelo en el que los europeos comenzaron dominando.
A los 72, sin embargo, los africanos rompieron el cero con un tiro libre de Abdelhamid Sabiri. Sobre el cierre, Zakaria Aboukhlal sentenció el encuentro y dejó a Marruecos con 4 puntos en el Grupo F.

Bélgica mejoró su juego con respecto al primer encuentro. Se decidió a tener la pelota y tratar de proponer, pero le faltó claridad en los últimos metros. Batshuayi, héroe del primer partido, intentó asumir esa responsabilidad, pero sólo fueron un par de fogonazos.
Ni Hazard ni De Bruyne tuvieron el liderazgo que su equipo necesitaba. El del Madrid volvió a jugar sólo una hora. Aunque no le quema el balón, ya no parece el jugador determinante que recordamos. De Bruyne, escondido.
Por su parte, Marruecos demostró que es capaz de sacar un partido adelante aunque esté incómoda. Dejó a los belgas la pelota, pero sin dejar de dar la sensación de poder aparecer en cualquier momento. Ahí, la zurda de Ziyech fue un dolor de cabeza para Courtois. Siempre impidiéndole perder el hilo del partido.