El presidente venezolano Nicolás Maduro ha buscado el apoyo de la OPEP contra las sanciones impuestas por Estados Unidos a la industria petrolera de su país, citando su impacto en los precios del petróleo y los riesgos potenciales para otros miembros del grupo de productores. Pero una fuente familiarizada con el tema dijo que la Organización de Países Exportadores de Petróleo, de la cual Venezuela es miembro fundador, se ha negado a emitir alguna declaración formal. La OPEP dice que le preocupan las normas petroleras, no la política.
Más de 40 naciones, incluido Estados Unidos, las potencias europeas y la mayor parte de América Latina, han reconocido al líder opositor Juan Guaidó como jefe de estado legítimo.
La solicitud fue planteada en una carta enviada al secretario general de la OPEP, Mohammad Barkindo, fechada el 29 de enero y a la que Reuters tuvo acceso. “Nuestro país espera recibir la solidaridad y el apoyo total de los países miembros de la OPEP y su Conferencia ministerial, en la batalla que tenemos actualmente contra la intrusión ilegal y arbitraria de Estados Unidos en los asuntos internos de Venezuela”, escribió Maduro.
Busco “su firme apoyo y colaboración para denunciar conjuntamente y enfrentar este despojo descarado de (…) importantes activos de uno de los miembros de la OPEP”, añadió.
Maduro escribió que la OPEP debería ayudar a determinar posibles soluciones basadas en “el impacto que esta acción tiene en el mercado mundial de la energía y el riesgo que representa para los otros países (…) de esta organización”.
La OPEP tiende a evitar las disputas políticas que involucran a miembros individuales. El año pasado, rechazó una solicitud de Irán para discutir las sanciones de Estados Unidos contra Teherán en una reunión sobre establecimiento de políticas. Venezuela fue alguna vez uno de los tres mayores productores de la OPEP, pero su industria está en declive tras el colapso de la economía del país.
Junto con Libia e Irán, está exento del último corte de suministro liderado por la OPEP.