Un interesante artículo de prensa titulado «Linchamientos mediáticos» de la conocida abogada Erika Saldaña y publicado en El Diario de Hoy el pasado 3 de marzo, enfrenta a la sociedad con el mal uso de los medios de comunicación y las redes sociales. El artículo se hizo viral de inmediato.
Se dice que un artículo o una opinión o una representación fotográfica, se hace viral cuando su contenido se propaga como si se tratara de un virus contagioso.
En este caso se trata de un virus informativo que persiste hasta convertirse en poco tiempo en lo que llamamos opinión pública. Esa opinión puede ser constructiva o devastadora, dependiendo de los intereses que están en juego. No existe sociedad alguna que pueda sustraerse a los efectos políticos, sociales o económicos que produce ese fenómeno.
La articulista nos recuerda la época medieval en la que lo dicho por un sector importante de la sociedad, la Iglesia o el Estado, podía llevar a un acusado a la guillotina o a la hoguera. Bastaba con que cualquier persona, con fundamentos o sin ellos, acusara de bruja a una mujer, para que esta fuera quemada viva sin la mínima posibilidad de que pudiera demostrar su inocencia.
En el lejano oeste de los Estados Unidos de Norteamérica, bastaba con un rumor irresponsable para que a un ciudadano, culpable o no y sin juicio alguno, lo colgaran de un árbol hasta morir «linchado».
El término linchado tiene su origen en un juez de la época, el juez Lynch, un personaje sin escrúpulos que nunca supo lo que era el debido proceso ni la presunción de inocencia.
La autora del artículo «linchamientos mediáticos» nos dice que la hoguera, los batallones de fusilamiento y los linchamiento por el pueblo enardecido, han sido reemplazados por (algunos) medios de comunicación tradicionales y las redes sociales convirtiéndose en la plaza pública donde, sin ninguna consideración ni mayor reflexión, llamamos criminal o violador degenerado a un hombre o abortista asesina a una mujer.
Poco importa si contamos con prueba o no, o si la información es sólo el tuit de alguien. Juzgamos y condenamos con el mínimo de datos”, señala en su artículo la abogada presidenta de CEJ refiriéndose a un fenómeno cada vez más común en nuestra sociedad.
Un ejemplo de ese «linchamiento mediático» apareció en La Prensa Gráfica del 4 de marzo de este mismo año, curiosamente un día después que El Diario de Hoy publicara el artículo de la presidenta del IEJES.
Con una madera escandalosa de 61 caracteres, LPG asegura, refiriéndose al ex fiscal Luis Martínez y al empresario salvadoreño Enrique Rais, que una «Indagación de la FGR revela movimientos de Martínez para complacer a Rais». La escandalosa publicación se da en momentos que varios fiscales que han tenido a su cargo el caso contra Rais y Martínez, han comenzado a declarar judicialmente que las pruebas utilizadas contra estos fueron prefabricadas u obtenidas ilegalmente.
El autor del reportaje utiliza una ilustración que no explica nada pero que sugiere que la Fiscalía fue quien le proporcionó el material para la elaboración del reportaje mencionado y que esta institución tendría interés en su divulgación, cosa que, conociendo a su titular, nos resistimos a creer. El contenido del reportaje refleja una intención clara de formar ideas negativas en la opinión pública ante una eventual resolución favorable a los imputados en el llamado caso Rais-Martínez.
Los abogados del empresario Rais coincidieron con los puntos de vista de la presidente del IEJES, Erika Saldaña, cuando afirma que publicaciones como a la que nos referimos constituyen un linchamiento mediático.
Los abogados de Enrique Rais han asegurado que existen intereses superpuestos en La Prensa Gráfica. Su finalidad, según dichos abogados, es la de mantener juicios paralelos o «linchamientos mediáticos» para atender la agenda de sus financistas”. Además, los abogados de Rais dijeron que la publicación de LPG está llena de información falaz y tendenciosa.
La presidenta del IEJES hace un llamado a la prudencia de los comunicadores así como a los medios de que reflexionen sobre el daño que este tipo de publicaciones causan a imputados a quienes se niega el principio de inocencia.
«Detrás de cada uno de los casos no solo está el honor de la persona, también hay familias que sufren al ver el linchamiento mediático que sufren esos que nunca dejarán de ser su familia. Esto es importante porque el siguiente linchado puede ser alguien querido suyo. No caigamos en cuenta hasta ese momento que la presunción de inocencia sí es importante” dice la presidenta el IEJES y colaboradora de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia.