Se espera que los peces disminuyan en tamaño entre un 20 y un 30 por ciento si la temperatura de los océanos continúa aumentando debido al cambio climático.
Un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Columbia Británica proporciona una explicación más profunda de por qué se espera que los peces se harán cada vez más pequeño.
«Los peces, como animales de sangre fría, no pueden regular sus propias temperaturas corporales, cuando sus aguas se calientan, su metabolismo se acelera y necesitan más oxígeno para mantener sus funciones corporales», dijo William Cheung, coautor del estudio y profesor asociado del Instituto para el Océano y la Pesca. «Hay un punto donde las branquias no pueden suministrar suficiente oxígeno para un cuerpo más grande, por lo que el pez deja de crecer más».
Los investigadores explican que conforme los peces crecen a la adultez, su demanda de oxígeno aumenta debido a que su masa corporal aumenta. No obstante, el área de superficie de las branquias – en donde se obtiene el oxígeno – no crece al mismo ritmo que el resto del cuerpo. Es por esto que una limitación al oxígeno resultaría en un tope de crecimiento.
Esto aunado a que las aguas más cálidas aumentan la necesidad de oxígeno de los peces, pero el cambio climático resultará en menos oxígeno en los océanos. Esto significa que las branquias tienen menos oxígeno para suministrar a un cuerpo que ya crece más rápido que ellos. Los investigadores dicen que esto obliga a los peces a dejar de crecer en un tamaño menor para poder satisfacer sus necesidades con el poco oxígeno disponible para ellos.
Algunas especies pueden verse más afectadas por esta combinación de factores. El atún, que se mueve rápidamente y requiere más energía y oxígeno, puede reducirse aún más cuando los aumentos de la temperatura.
Que los peces se vuelvan más pequeños tendrá un impacto en la producción pesquera, así como la interacción entre los organismos en los ecosistemas.
Los hallazgos fueron reportados en el diario Global Change Biology.