Uno de los partidos más atractivos del fin de semana fue el que protagonizaron Barcelona y Sevilla en Andalucía. El encuentro válido por la jornada 25 de La Liga entregó un espectáculo cargado de emociones entre sureños y catalanes.
Casi 50.000 personas se acercaron al Ramón Sánchez Pizjuán para ver el choque que tuvo como principal protagonista a Lionel Messi, el astro rosarino que compartió la delantera blaugrana con Luis Suárez y Philippe Coutinho.
El inesperado y sorpresivo puntapié inicial que dio el Ratón Mickey fue un condimento adicional al show que comenzó con el atrevimiento de Quincy Promes, dado que el delantero holandés sorprendió a los centrales y exigió a Ter Stegen con un disparo rasante que el arquero alemán logró retener.
El planteo de Pablo Machín fue superador y a los 22 minutos Jesús Navas reflejó en el marcador los que sucedía en el terreno de juego. En un contragolpe perfecto, en el que Jordi Alba desapareció de la escena, el volante con pasado en el Manchester City festejó el 1 a 0 con una definición cruzada que dejó sin posibilidades a Gerard Piqué y Marc Ter Stegen.
El duro golpe hizo reaccionar al Culé, que a través de un centro de Iván Rakitic y una majestuosa resolución de Messi logró el empate. Sólo tuvieron que pasar 4 minutos para que el mejor jugador del mundo le rompa el arco a Vaclík y celebre el 1 a 1. En la tarde del sur de España hubo emociones a cada instante.
Antes de que finalice en primer tiempo el Sevilla volvió a golpear. Con el francés Umtiti habilitando a todos los atacantes locales, Pablo Sarabia se adueñó de una pelota cerca de la línea de meta y envió un buscapié para la llegada de Gabriel Mercado, quien de primera tocó junto al poste y festejó el 2 a 1. La disconformidad de Ernesto Valverde fue tan notoria que en los pasillos internos se escucharon los gritos del entrenador.
Tuvo que aparecer nuevamente Lionel Messi para evitar la caída. Luego de una pésima salida defensiva del dueño de casa, la Pulga recibió de Dembelé y como si se tratara de la PlayStation, en donde los usuarios apelan al cuadrado y al R2, el delantero la colgó del ángulo para sellar el 2 a 2. Incluso en una intervención posterior pudo marcar el tercero, pero la pelota se fue a centímetros del travesaño. El Barcelona se transformó en un Messidependiente y el rosarino respondió como mejor sabe.
La perfección se observó en el final del partido. Cuando parecía que la repartición de puntos se iba a instalar en Andalucía, Messi volvió a intervenir para que la victoria se vaya para Cataluña. Completamente habilitado, el rosarino capitalizó un descuido defensivo y tocó con suavidad ante la salida de Vaclík para concretar el triunfo.
Luis Suárez completó la obra maestra con una exquisita definición por encima del arquero cuando todos los flashes iban hacia el argentino. Los gritos de la Pulga entusiasman a los pueblos blaugranas y albicelestes, dado que en la Selección se espera el regreso del mejor del mundo. Con producciones así, el cuerpo técnico de Lionel Scaloni se ilusiona con la Copa América que se disputará en Brasil.