Nayib Bukele presentó su documentación para participar a la reelección como presidente de El Salvador. Algunos índices le dan un apoyo en la población de hasta el 90 %, otros más realistas rondan un 68% de apoyo a la hora que se presente en una boleta electoral.
La Constitución de la República no permite la reelección continuada, sin embargo, una Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, en la que Bukele cambió a cinco magistrados por personas de su confianza, hizo una interpretación del texto en la que decidió habilitar al mandatario para presentarse en los comicios de 2024, a pesar de al menos 6 prohibiciones expresas a la reelección.
Bukele tiene un apoyo mayoritario en el país y eso es innegable, es un presidente muy popular; pero eso no significa que lo que va a hacer sea legal.
El punto específico es la legalidad o la constitucionalidad de ese acto de buscar una presidencia por aclamación popular. Para eso existe también en la Constitución salvadoreña un artículo según el cual el poder emana del pueblo. El pueblo tiene el poder de poner y quitar gobernantes, pero ese mismo artículo dice que aunque el poder emana del pueblo, ese poder estará limitado por esa misma Constitución.
Bukele llegaría a las elecciones de 2024 con la victoria prácticamente garantizada, muy por encima de los dos partidos tradicionales, ARENA y el FMLN, los cuales se han quedado con un peso político minoritario.
Ambas formaciones han tenido su responsabilidad en la ostentación de poder indiscutible que tiene actualmente el presidente. La popularidad de Bukele es culpa 100 % de los partidos que ahora son oposición, los cuales en su momento fueron gobierno y se dedicaron a hacer negocios o a robar.
Peor aún, tanto ARENA como el FMLN (cuando Nayib Bukele era parte de sus filas y alcalde de San Salvador) negociaron con las pandillas para obtener su apoyo electoral. Aún peor, el actual gobierno de Bukele y Nuevas Ideas es sospechoso de mantener sus propias negociaciones, con las que sacó del país a varios líderes de las organizaciones delincuenciales, garantizando su seguridad y riqueza.
Porque es ilegal la reelección de Bukele?
El Artículo 131: “Corresponde a la Asamblea Legislativa:
16º- Desconocer obligatoriamente al Presidente de la República o al que haga sus veces cuando terminado su período constitucional continúe en el ejercicio del cargo. En tal caso, si no hubiere persona legalmente llamada para el ejercicio de la Presidencia, designará un Presidente Provisional.”
El artículo 152 establece que: “No podrán ser candidatos a Presidente de la República:
1º- El que haya desempeñado la Presidencia de la República por mas de seis meses, consecutivos o no, durante el período inmediato anterior, o dentro de los últimos seis meses anteriores al inicio del período presidencial.”
El 154: “El período presidencial será de cinco años y comenzará y terminará el día primero de junio, sin que la persona que haya ejercido la Presidencia pueda continuar en sus funciones ni un día más.”
El artículo 248 establece la forma en que la asamblea puede modificar la Constitución, pero además es claro al afirmar que: “No podrán reformarse en ningún caso los artículos de esta Constitución que se refieren a la forma y sistema de Gobierno, al territorio de la República y a la alternabilidad en el ejercicio de la Presidencia de la República.”
Y por último el artículo 75 habla que quien promueva la reelección “Pierde los derechos de ciudadano:
4º- Los que suscriban actas, proclamas o adhesiones para promover o apoyar la reelección o la continuación del Presidente de la República, o empleen medios directos encaminados a ese fin.” Y más.
Y finalmente:
Bukele será muy popular y sus acólitos insisten en que «Vox Populi, Vox Deus», la voz del pueblo es la voz de Di-s, pero eso no significa que su reelección sea legal, digan lo que digan.