El publicista Joao Santana reiteró el lunes ante el juez Sergio Moro, responsable de la operación Lava Jato en primera instancia, que el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva intermedió para que la constructora Odebrecht financiara la campaña presidencial vencedora de Mauricio Funes Cartagena en El Salvador (2009).
Santana, responsables por las campañas electorales ganadoras del Partido de los Trabajadores (PT) en 2006 (con Lula da Silva) y 2010 y 2014 (con Dilma Rousseff), repitió la denuncia ante el juez Moro, en el marco de uno de los siete procesos abiertos contra el exmandatario, informó el diario brasileño O Globo.
El publicista, quien ya había firmado un acuerdo con la Justicia en 2017 a cambio de una reducción de su pena, volvió a contar que Lula le solicitó que contactara con el entonces presidente de Odebrecht, Emilio Odebrecht, para que realizara unos pagos, ya que el dinero para la campaña de Funes había acabado a un mes de la disputa electoral, los dineros habrían sido entregados a la entonces esposa de Funes cartagena, la brasileña Vanda Pignato, miembro del PT.
La mujer de Santana, la también publicista Mónica Santana, señaló al juez Moro que la invitación para realizar la campaña de Funes partió de Gilberto Carvalho, jefe de gabinete del entonces presidente Lula (2003-2010).
De acuerdo con las declaraciones de Mónica Santana, recogidas por el diario O Globo, el PT tenía interés de que «la izquierda ganara en varios países de Latinoamérica».
Las declaraciones sobre la campaña de Funes realizadas por los publicistas ante el juez Moro, en calidad de testigos de la acusación, ya habían sido hechas ante el Ministerio Público de Brasil, en el marco de un acuerdo de «delación premiada» firmado en 2017 a cambio de la reducción de sus condenas.
En dicho proceso, el juez Moro investiga si Lula se vio beneficiado de las reformas millonarias que dos constructoras (Odebrecht y OAS) realizaron en una casa de campo cuya propiedad se le atribuye en Atibaia, en el interior del estado de Sao Paulo.
El expresidente brasileño se encuentra cercado por la Justicia y el pasado 24 de enero un tribunal en segunda instancia ratificó y amplió su condena a 12 años y un mes de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero.
A pesar de la condena, Lula, quien lidera todas las encuestas de intención de voto de cara a las elecciones presidenciales del próximo octubre, ha expresado su deseo de ser el aspirante del izquierdista PT.