La embajadora Jean Manes, nueva encargada de negocios y jefa de la misión diplomática de Estados Unidos en El Salvador, regresó a las tierras de Cuscatlán este martes y se comprometió a que su embajada se mantendrá como un espacio «neutral» para la sociedad salvadoreña.
«Sepan que tengo la intención de continuar esta tradición de que la Embajada sea ese lugar neutral que le da la bienvenida a todos los miembros del espectro político, del sector privado y de la sociedad salvadoreña», sostuvo en una breve declaración a la prensa.
Agregó que «muchos se han beneficiado de tener ese espacio abierto para ellos, inclusive muchos miembros del Gobierno actual antes de que estuvieran en sus cargos oficiales».
Manes, que fue embajadora en El Salvador entre 2016 y 2019, llega en momentos en los que las relaciones entre ambos países se encuentran bajo tensión.
El Gobierno de Nayib Bukele mantuvo una relación cercana con la Administración de Donald Trump, pero esta dio un giro con la llegada en enero pasado del demócrata Joe Biden a la Casa Blanca.
Estados Unidos ha criticado la medida de la Asamblea Legislativa, dirigida por los aliados del presidente salvadoreño, de destituir a los magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia y el fiscal general de la República.
Bukele ha dicho que la medida es «irreversible».
Manes destacó que, mediante dos programas del Fondo del Milenio, El Salvador ha recibido 737 millones de dólares y que entre sus beneficios se encuentra la renovación de 349 escuelas.
La encargada de negocios, que se desempeñó como la subcomandante civil y asesora política del Comando Sur del Ejército de los Estados Unidos, indicó que en el centro de una «mayor asociación con los Estados Unidos» se encuentra «el apoyo a la buena gobernanza, reflejados en el Estado de derecho, la separación de poderes, una prensa independiente y libre».
Además de una «sociedad civil solida y un sistema judicial confiable, comprometido a luchar contra la corrupción en todas sus formas».
«Todos esos elementos son fundamentales en una democracia sólida y vibrante. Todos estos esfuerzos son fundamentales para el avance de El Salvador y de nuestra cooperación», subrayó.
Recalcó que Estados Unidos es «el mayor socio económico de El Salvador y las empresas estadounidense son los empleadores más importantes del país».
Agregó que «el vínculo personal y económico» entre El Salvador y Estados Unidos también está relacionado con la presencia de más de 2,5 millones de salvadoreños en el país norteamericano, cuyas remesas representan el 24 % del PIB salvadoreño.
