La cifra de homicidios en El Salvador se incrementó al menos en un 14 % durante el primer trimestre del 2018, en comparación con el mismo período del 2017, informó el director de la Policía Nacional Civil (PNC), Howard Cotto.
El jefe policial dijo a periodistas que en los primeros tres meses del año se registraron 116 muertes violentas más que entre enero y marzo del año pasado, llegando a 939 asesinatos. El funcionario no pudo detallar las razones del alza reportada.
Cotto señaló el pasado 21 de febrero que el incremento de los asesinatos, al menos hasta esa fecha, se debía a una «depuración» al interior de las pandillas, que poseen más de 600 células en todo el país.
«Vemos una marcada acción de las pandillas para atentar contra miembros de su misma estructura criminal, en una acción que consideramos como una especie de depuración interna», señaló el uniformado a la prensa.
Sin embargo, los datos diarios reportados por la Policía dan cuenta de que el porcentaje de pandilleros asesinados apenas oscila entre el 20 y el 30 % del total de los homicidios registrados. Los datos desmientes la información que el Ejecutivo, en su lucha por recuperar los territorios en poder de las pandillas, quiso dar al público en general.
Por otra parte, Cotto señaló este lunes que la cifra de tiroteos entre las pandillas y los cuerpos de seguridad sumaron 119 entre enero y marzo pasados, aproximadamente un 28 % menos que los 165 registradas en el mismo período de 2017.
Detalló que las bajas causadas a las estructuras de la Mara Salvatrucha (MS13), Barrio 18 y otras minoritarias durante el primer trimestre cayeron en más del 51 %, dado que pasaron de 145 en 2017 a 70 en la actualidad.
Los datos presentados muestran un retroceso en la lucha contra las infames “maras” que mantienen al país en zozobra y que provocan una migración de cientos de miles de salvadoreños hacia los Estados Unidos de Norteamérica y otros países.
El Salvador es uno de los países más violentos del mundo con tasas de 103, 81,7 y 60 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2015, 2016 y 2017, respectivamente, crímenes atribuidos principalmente a las estructuras criminales.