Autoridades de la ciudad de Rotterdam, Holanda, cancelaron el viernes un concierto de una banda de rock estadounidense y el grupo fue removido del escenario acompañado por fuerzas de seguridad, bajo la sospecha de un posible ataque.
El alcalde de Rotterdam, Ahmed Aboutaleb, dijo que la alerta provino de la policía española.
Horas antes, las autoridades holandesas habían revocado la nacionalidad a un yihadista condenado en rebeldía, por primera vez desde que entró en vigor, este año, una ley que permite la retirada de la ciudadanía por cuestiones de seguridad, según informó el ministro de Justicia, Stef Blok.
La tensión escaló rápidamente en Rotterdam, en el oeste del país, cuando el alcalde Ahmed Aboutaleb informó que la Policía local detuvo, no muy lejos del lugar donde se debía realizar el concierto de la banda Allah-Las, a un ciudadano español que manejaba una camioneta con patente de ese mismo país y que llevaba muchas botellas de gas.
«En interés de la seguridad naturalmente no incurriremos en ningún tipo de riesgo», informó un vocero del gobierno de la ciudad holandesa al explicar que se cancelaron todos los eventos públicos hasta próximo aviso.
Policía detiene vagoneta con tanques de gas
La policía de Rotterdam detuvo al conductor de una vagoneta con placas de España en la que transportaba varios tanques de gas por sospechosa.
Un funcionario español de contraterrorismo dijo sin embargo que la vagoneta no está relacionada a los atentados en los que murieron 15 personas en el área de Barcelona la semana pasada.
De acuerdo con el funcionario, los investigadores descartaron una posible relación entre el conductor de la vagoneta y la célula extremista responsable de los atentados en la zona de Barcelona después de interrogar al conductor y examinar la camioneta. La policía de Rotterdam no pudo ser contactada para conocer su reacción a los comentarios del funcionario español.
La policía detuvo para interrogatorio al conductor unas dos horas después de la cancelación del grupo Allah-Las, originario de Los Ángeles, en California, EE.UU., y luego de que las autoridades holandesas recibieran la alerta de terrorismo.
Sin embargo, Aboutaleb dijo en conferencia de prensa improvisada que era demasiado pronto para establecer una conexión entre la vagoneta y la amenaza contra el concierto.
“Aún no es adecuado decir que existe una relación”, dijo Aboutaleb. “Aún debe establecerse que había un nexo entre la vagoneta y la amenaza. No podemos decir eso todavía”.
Expertos en explosivos del ejército inspeccionaron la camioneta y posteriormente un agente de policía se llevó el vehículo, reportó la televisora holandesa NOS.
En un comunicado, la policía dijo que la camioneta contenía “un par de botellas de gas”.
La alerta terrorista en Holanda, que se ubica en el nivel cuatro de cinco, permaneció sin cambios, dijo a periodistas Lodewijk Hekking, portavoz del jefe antiterrorismo.
El funcionario español dijo que la Guardia Civil Española recibió “una alerta indicando la posibilidad de un ataque hoy en un concierto a realizarse en Rotterdam”.
La Guardia Civil compartió la información con las autoridades holandesas e investiga la amenaza, dijo la fuente, que habló bajo condición de anonimato debido a que la investigación permanece abierta.
La policía en España ha estado investigando los atentados letales realizados con vehículos la semana pasada, en los que murieron 15 personas en Cataluña. Posteriormente encontraron equipo para la fabricación de explosivos, en el que se incluían más de 100 tanques de gas butano, clavos y 500 litros de acetona.
La policía de Rotterdam dijo que tomaron la información sobre la amenaza “lo suficientemente en serio como para cancelar el concierto, después de platicar con los organizadores”.
La compañía a cargo de la organización del evento, Rotown, dijo en Twitter que la sala de conciertos, un antiguo silo de nombre Maassilo, fue evacuado debido a una amenaza no especificada.
El espectáculo aún no había comenzado cuando se tomó la decisión de cancelarlo.
Ni las autoridades de España ni las de Rotterdam vincularon esta presunta amenaza con los atentados del jueves pasado en Cataluña.
Este momento de tensión no hizo más que alimentar el clima de temor que se vive en Holanda, como en gran parte de Europa, por la posibilidad de nuevos atentados islamistas. Prueba de ello, fue la decisión de la Justicia de ese país de revocar por primera vez la ciudadanía de un combatiente religioso.
«Cualquier derecho vinculado a la ciudadanía holandesa se pierde» con esa ley, aseguró Blok, para advertir de que el extremista en cuestión, que no fue identificado, no puede regresar legalmente a Holanda y que en caso de intentarlo puede ser detenido por las autoridades de cualquier país europeo por donde pase.
El ministro reseñó que «debe haber una base muy completa» para retirarle la nacionalidad a un «extremista» y alegó que en este caso el hombre ya fue investigado y juzgado en rebeldía por un tribunal, informó la agencia de noticias EFE.
La ley, promulgada en marzo pasado para combatir el islamismo extermo, sólo se puede aplicar a las personas que cuenten con una segunda nacionalidad, ya que el yihadista no puede quedar en situación de apátrida.
En una carta al Parlamento, el ministro no dio más detalles sobre este caso, ni el nombre ni la nacionalidad de esa persona a partir de ahora.
Sin embargo, sí confirmó que el yihadista en cuestión se encuentra en territorio del autodenominado Estado Islámico (EI), en Siria o Irak.
Tras su promulgación, el Ministerio de Seguridad y Justicia holandés amplió la ley para revocar la nacionalidad a los presuntos yihadistas, incluso sin una condena, si se considera que representan una amenaza para la seguridad de Holanda.
La revocación de la ciudadanía es una medida estricta, y normalmente las autoridades holandesas suelen confiscar pasaportes y documentos de viaje a los sospechosos, incluso los que no tienen nacionalidad holandesa, hasta que concluyan las investigaciones.