El índice Dow Jones se derrumbó en Wall Street, continuando las pérdidas incurridas el viernes y que marcan el peor desempeño desde junio de 2016, al tiempo que las principales bolsas europeas acompañaban el retroceso con algo más del 1%.
El Dow Jones de Industriales, el principal indicador del mercado, registró un descenso de 1.175,21 puntos, o un 4,60%, a 24.345,75 puntos. Es el nivel más bajo desde el 11 de diciembre.
El selectivo S&P 500 bajó 113,19 puntos, o un 4,09%, a 2.648,94 unidades, mientras que el índice compuesto del mercado Nasdaq cayó 3,78 % o 273,42 puntos, hasta 6.967,53 unidades.
El FTSE británico perdió el 1,34%, mientras que el Dax alemán lo hizo en 0,84% y el CAC 40 francés, un 1,5%.
El índice europeo Stoxx 600 cedió, por su parte, el 1,53%.
De acuerdo con el Wall Street Journal, la fuerte venta de acciones tiene su origen en expectativas de una mayor inflación y de un rendimiento mayor de los bonos del Tesoro de los Estados Unidos.
El día también está marcado por una baja del 0,6% del petróleo West Texas Intermediate debido al crecimiento de pozo petroleros en los Estados Unidos.
Así como también por el desplome del bitcoin, luego de que tres firmas estadounidenses y una británica indicaron que sus clientes no podrán comprar la criptomoneda con tarjetas de crédito por temor a su volatilidad.
Las pérdidas del lunes, junto con las caídas del viernes, borran las ganancias de 2018 para el Dow y el S & P 500, que se vieron reforzadas por la euforia sobre la aprobación de la legislación de recorte de impuestos del presidente Donald Trump a fines de 2017. El Nasdaq se mantuvo marginalmente más alto en el año.
«Lo que se está viendo es una venta bastante uniforme en todos los ámbitos», explicó Art Hogan, estratega jefe de mercado de Wunderlich Securities. «Estamos fuera de práctica viendo el impulso en la dirección opuesta», agregó.
Las acciones de Wall Street han estado en terreno inestable durante la última semana en medio de las preocupaciones por los elevados rendimientos de los bonos del Tesoro y la probabilidad de aumentos adicionales en las tasas de interés de la Reserva Federal este año a medida que la economía estadounidense se fortalece.
El sólido informe laboral del viernes contribuyó a la liquidación en medio de la creciente preocupación de que la Fed acelere el ritmo de ajuste de la política monetaria.
Los datos del empleo mostraron un fortalecimiento de los salarios, lo que sugiere que el largo período de baja inflación podría estar cambiando justo cuando el nuevo presidente de la Fed, Jerome Powell, asuma el cargo. Powell juró el lunes.
Las 30 compañías del Dow terminaron en números rojos, con los mayores perdedores, incluidos Boeing, Cisco Systems, ExxonMobil, Home Depot, Johnson & Johnson y Pfizer. Todos bajaron más del cinco por ciento.