El Gobierno permitirá, en fecha aun no revelada, las visitas en seis prisiones bajo medidas «extraordinarias» de seguridad en las que los pandilleros presos han permanecido aislados desde el 2016, informó el director general de Centros Penales, Marco Tulio Lima.
El funcionario dijo a periodistas que en estas prisiones se están instalando «estaciones» en los que un vidrio de «alta resistencia» separará a los familiares de los reos, quienes solo se podrán comunicar con una aparato de intercomunicación.
«Esa visita será vigilada por medio de vídeo, estará presente un custodio y la conversación que ellos sostengan serán grabadas», añadió Lima, quien no detalló la fecha en la que se dará comienzo a esta actividad.
Por su parte, el ministro de Seguridad, Mauricio Ramírez Landaverde, explicó que las visitas serán «reguladas y adaptadas» a la capacidad de cada prisión en su duración y frecuencia para no saturar las instalaciones.
La Asamblea Legislativa extendió, a solicitud del Ejecutivo, el 9 de abril pasado, hasta octubre de 2018 las medidas «extraordinarias» que refuerzan el régimen de seguridad en las prisiones, de las que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha pedido su final en varias ocasiones.
Esta ofensiva carcelaria incluye la suspensión de visitas, el encierro permanente de los reos, traslados expeditos a la cárcel de máxima seguridad, el corte de las telecomunicaciones en los penales y la creación y mantenimiento de centros temporales de reclusión.