El nuevo Gobierno de Nayib Bukele mantendrá a más 10.400 soldados en las calles como ayuda a las autoridades de Seguridad Pública, informó el martes el recién juramentado director de la Policía Nacional Civil (PNC), Mauricio Arriaza.
«La Fuerza Armada nos va a seguir acompañando» y «la línea del señor presidente de la República es la disuasión, la presencia policial y el combate frontal a la delincuencia», señaló Arriaza en rueda de prensa.
Apuntó, sin entrar en detalles, que la continuidad o suspensión de los programas de prevención de la violencia de las pandillas del plan El Salvador Seguro, lanzado por el Gobierno anterior, será anunciada por el nuevo ministro de Seguridad, Rogelio Rivas.
La decisión mantener a más de 10.400 soldados en labores de seguridad ciudadana se da pese al rechazo de diversas organizaciones sociales de corte anarquista, pero con el apoyo de la ciudadanía en general.
A finales de enero pasado, la Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (Fespad) pidió a los entonces candidatos presidenciales desmilitarizar la seguridad, sin ofrecer alternativa alguna al control de la violencia de las infames maras.
«La militarización de la seguridad pública implica un retroceso en la construcción de una sociedad democrática basada en el gobierno civil, además de contribuir a la aparición de nuevos fenómenos de violencia», señaló la organización de izquierda en un comunicado.
Las Fuerzas Armadas se encuentran en labores de seguridad desde el año 1993, lo que rompería con el margen de tiempo que la Constitución vigente permite.
