Diversas encuestas muestran una evidente desmejora en las condiciones económicas de los salvadoreños, sin que el gobierno, en sus campañas de propaganda y estrategia de comunicaciones tomen el tópico como algo prioritario.
El gobierno se abstiene de hablar de problemas que no estén relacionados con su exitoso programa de Seguridad o sobre el avance del turismo y las mejoras en el rubro de la construcción, en una acelerada inversión pública en la reparación y modernización de carreteras, en un año preelectoral.
Sin embargo, los retrocesos en indicadores sociales podrían ser reflejo de una crisis económica ya presente en el país y su innegable efecto en el salvadoreño de a pie.
Al comparar la Encuesta de Hogares del Banco Central de Reserva (BCR) de 2022 con la de 2019 se observa que hay retrocesos y estancamiento en varios indicadores sociales.
Según la reciente publicación del BCR, entre los años 2019-2022, los hogares en condición de pobreza han aumentado desde un 22.8 por ciento a 26.6 y la pobreza extrema o absoluta pasó del 4.5 al 8.6 por ciento, dejando en estas condiciones a cerca de 300 mil salvadoreños.
Con respecto al sistema educativo, a pesar de las promociones automáticas implantadas por el Ministerio de Educación, la repetición del año escolar de primaria aumentó de 3.5 a 3.9 por ciento y la de tercer ciclo subió de 3.6 a 4.4 por ciento.
Asimismo, pese a los logros de los últimos gobiernos, el porcentaje de personas entre 6 y 17 años que no aprobaron ningún grado de escolaridad aumentó de 19.1 a 19.5 por ciento.
Con respecto al problema del agua en El Salvador, hay una reducción importante en los hogares con tenencia de agua por cañería del 81.1 al 79.4 por ciento.
Los niños, niñas y adolescentes en situación de abandono han aumentado del 36.8 al 37 del total de la población en el último año.
En el rubro Trabajo, la población empleada disminuyó en 62 mil 369 y la cantidad de profesionales, científicos e intelectuales sufrió una reducción de 20 mil personas, mientras la población trabajadora “no calificada” aumentó en al menos 42 mil salvadoreños.
Los resultados de la encuesta del BCR revelan un aumento de la pobreza monetaria extrema en 2022, sin embargo, el informe preliminar publicado por la Oficina Nacional de Estadísticas y Censos no revela cuántas personas en estas condiciones hubo durante el año pasado.
Los ingresos promedios de los hogares aumentaron, pero no fueron suficientes para compensar el encarecimiento del costo de la vida debido a las presiones inflacionarias, que afectan, a la par de una supuesta voracidad empresarial, el precio de los alimentos y servicios.
El aumento rampante de la canasta básica en el país afecta, tanto en la ciudad como en el campo, a la población en general.
El éxito de las políticas de Seguridad en el país son una «percepción», mientras que la afectación por la crisis económica son «realidades» que se pueden tocar con la mano y se sienten en el «bolsillo» de las familias salvadoreñas, marcando un año previo a las elecciones de presidente, diputados, concejos municipales y el parlamento centroamericano de 2024.
