Fiscal general de EEUU pidió «castigar, no proteger» a los inmigrantes ilegales en las ciudades «santuario»

by Redacción

El secretario de Justicia de Estados Unidos, Jeff Sessions, alabó hoy en Miami la política local hacia los inmigrantes por estar en sintonía con la postura del presidente Donald Trump y criticó, en cambio, las que aplican las autoridades de las denominadas ciudades santuario como Chicago, que se niegan a cooperar con el gobierno federal para facilitar la deportación de miles de extranjeros.

Al mismo tiempo, el Departamento de Seguridad Nacional anunció formalmente que, como había decretado Trump a principio de año, los niños acompañados de sus padres de los países más violentos de Centroamérica -Guatemala, El Salvador y Honduras- ya no podrán obtener permiso para ingresar a Estados Unidos vivir y trabajar temporalmente, aún si están escapando.

En 2014, el ex presidente Barack Obama había creado un programa, conocido como Libertad Condicional, que otorgaba un beneficio especial a los menores de edad de esos países que llegaban a Estados Unidos escapando de la violencia.

En el decreto de enero pasado de Trump, el mandatario suspendió el programa y le pidió a los funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional que sean más selectivos a la hora de admitir a inmigrantes por fuera de los canales formales comunes.

Esta política migratoria cada vez más restrictiva también se vio hoy reflejada en el discurso que el fiscal general de Trump dio ante un grupo de policías de Miami.

En su mensaje, Sessions urgió a las autoridades locales de Estados Unidos a seguir el ejemplo de Miami de «castigar y no proteger» a los millones de inmigrantes que hace años viven en el país sin permiso de residencia legal.

El fiscal general estadounidense arremetió, además,contra las autoridades de aquellas ciudades que se niegan a colaborar en programas migratorios que son voluntarios, entre ellas Chicago y San Francisco, y sostuvo que son responsables de los delitos cometidos por inmigrantes indocumentados.

Las palabras de Sessions, quien estuvo en el podio instalado en el puerto de Miami acompañado por del alcalde Carlos Giménez, siguieron a las del director interino de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), Thomas Hofman, y a las demandas de grupos pro-inmigrantes, que protestaron minutos antes cerca de la terminal marítima.

El ICE es la fuerza federal que se encarga de encontrar, detener y deportar a los inmigrantes que entran y viven en el país sin los papeles correspondientes.

Como contracara del apoyo del gobierno de Miami, el congresista por Florida Ted Deutch aprovechó la visita de Sessions para pedirle que «utilice el Departamento de Justicia para ir detrás de los supremacistas blancos y neo-nazis», en referencia a la violencia que explotó el fin de semana pasado en Charlottesville, Virginia, y que terminó con una joven anti racista muerta.

El sábado pasado, el joven supremacista blanco James Fields mató a una mujer al embestir su vehículo contra una manifestación anti racista en esa ciudad de Virginia.

Por su parte, Lorella Praeli, directora de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), rechazó los repetidos llamados de Sessions de que todas las ciudades, pueblos y estados cooperen en la detención de inmigrantes y aseguró que las llamada ciudades «santuario» mejoran la seguridad pública, protegen a los inmigrantes y promueven la confianza entre las comunidades y la policía.

You may also like

Leave a Comment