El expresidente y actual fugitivo de la justicia, Mauricio Funes (2009-2014), ha comenzado en sus redes sociales una campaña para tratar de restar votos en las elecciones de marzo próximo al partido de oposición, la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA).
Funes, asilado de manera fraudulenta en Nicaragua desde septiembre de 2016 y convicto de acuerdo a las leyes salvadoreñas de Enriquecimiento Ilícito, denominó a su campaña «Porque deseo lo mejor para el país, no votaré por Arena en las próximas elecciones» y acuñó el hashtag «#PorEsoNoVotoPorARENA».
El exmandatario, quien fue declarado culpable por un tribunal civil a finales de noviembre pasado, ataca a ARENA porque «siempre ha pretendido» eliminar los programas sociales y los subsidios, y llamó a votar por el oficialista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), partido que lo llevó al poder y con quienes atracó el erario público, recetándose una vida de lujos y estipendios mucho más allá de su capacidad económica real.
Funes fue el primer presidente en llegar al poder de la mano de la otrora guerrilla del FMLN y fue condenado, junto a su hijo Diego Funes Cañas, por un tribunal civil a devolver 419.145 dólares al Estado. El ex mandatario sigue siendo investigado por varios otros delitos.
Unos 5,2 millones de salvadoreño fueron convocados a inicios de octubre pasado a las elecciones legislativas y municipales de marzo de 2018, en las que se renovarán los 84 escaños en el Congreso y los gobiernos de los 262 municipios del todo el país.
El magistrado presidente del Tribunal Supremo Electoral, Julio Olivo, sostuvo en esa fecha que esta será la «novena elección legislativa y municipal desde la firma de los Acuerdos de Paz», que pusieron fin a 12 años de guerra civil (1980-1992), y en la que «participarán 9 partidos políticos».
Entre estos se encuentran la primera fuerza política del país, la opositora Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) con 35 diputados, su seguidor, el FMLN, en el Gobierno con el excomandante Salvador Sánchez Cerén y con 31 escaños en el Congreso.