Nicholas Rasmussen, director del Centro Nacional de Contraterrorismo, reveló que Hezbollah está planeando llevar a cabo un ataque en suelo norteamericano. Por ese motivo, las autoridades ofrecen una millonaria recompensa para atrapar a dos líderes del grupo terrorista.
Talal Hamiyeh y Fu’ad Shukr son los extremistas que están en la mira del gobierno de Donald Trump. Las cifras ofrecidas son 7 y 5 millones de dólares, respectivamente.
Hamiyeh es el jefe de la Organización de Seguridad Externa de Hezbollah. El Departamento de Estado norteamericano indicó que ese ala del grupo terrorista cuenta con células en todo el mundo y es responsable de orquestar ataques fuera del Líbano, en su mayoría contra estadounidenses e israelíes.
Shukr, por su parte, es uno de los principales jefes de Hezbollah y principal asesor de Hassan Nasrallah, secretario general del movimiento extremista. El dirigente terrorista, por ejemplo, ayudó a planear y ejecutar los atentados de 1983 en Beirut, donde murieron 241 soldados estadounidenses, 58 franceses y seis civiles.
El anuncio de Rasmussen se produjo después de que Thomas Bossert, uno de los principales asesores de Trump en seguridad interna y contraterrorismo, publicara un editorial en el diario francés Le Monde en el que criticaba a la comunidad internacional por no hacer lo suficiente para combatir a Hezbollah, consigna Times of Israel.
También citó el apoyo de Irán al grupo terrorista y sus continuas actividades desestabilizadoras, en medio de las dudas de si el presidente de Estados Unidos mantendrá o no el acuerdo nuclear.
«El gobierno de Trump también continuará liderando el esfuerzo para aislar al benefactor de Hezballah – Irán», escribió Rasmussen.
«El régimen iraní no respeta la soberanía de sus vecinos ni la dignidad de su pueblo. Obtiene beneficios del petróleo -los recursos que deberían beneficiar al pueblo iraní- y los utiliza para financiar a Hezbollah y a otras organizaciones terroristas», agregó.
«El régimen utiliza a Hezbollah como un sustituto para violar la soberanía de las naciones en todo el Medio Oriente», concluyó Bossert.
Es la primera vez en una década que Estados Unidos ofrece recompensas para atrapar a líderes de Hezbollah.