Los cuerpos desmembrados de siete personas fueron localizados por policías de seguridad pública en 15 bolsas negras cerca de un río en el municipio de Chilapa de Álvarez, en el estado de Guerrero, México. El vocero de seguridad de la entidad atribuyó los asesinatos a una disputa entre bandas del crimen organizado.
Una llamada anónima al número de emergencias alertó a las autoridades guerrerenses de varias bolsas negras apiladas en el barrio Texcal, cerca del río Ajolotero. Los policías de seguridad pública y los militares llegaron al terreno y notaron que de las bolsas salían restos humanos.
Al revisar el contenido, comprobaron que había cabezas, brazos y piernas de siete personas, entre ellas una mujer, cuyas identidades se desconocen. En la escena también había ropa que podría pertenecer a las víctimas.
Las autoridades acordonaron la zona mientras los peritos levantaron los cadáveres y los trasladaron al Servicio Médico Forense (Semefo).
El vocero del Grupo de Coordinación Guerrero, Roberto Álvarez Heredia, dijo que se abrió una carpeta de investigación por el delito de homicidio, perpetrado por presuntos integrantes del narcotráfico.
Las víctimas «están vinculadas al crimen organizado por la disputa del control de la plaza entre los llamados Los Ardillos y Los Rojos», mencionó Álvarez Heredia.
El vocero relacionó los homicidios con los asesinatos de la semana pasada, cuando encontraron los cuerpos calcinados de dos hombres en un terreno en la colonia Progreso y con una mujer degollada dentro de su automóvil, cuya hija recién nacida fue localizada con vida dentro de una hielera.
La violencia en el estado además obligó a suspender clases en todas las escuelas de la comunidad del Valle del Ocotito, luego de un enfrentamiento que dejó cuatro personas muertas.
La decisión afecta a 2.000 alumnos de educación preescolar, primaria, secundaria, bachillerato y universidad, quienes se quedaron sin clases porque no hay garantías para su seguridad luego de dos enfrentamientos ocurrido la noche del 29 de enero, que dejaron cuatro personas muertas en las comunidades de El Rincón de la Vía y en Buena Vista de la Salud.
Las víctimas estaban calcinadas y fueron identificadas como integrantres del grupo de civiles armados denominados Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG). Una era comandante y la otra consejero.
El comisario del Ocotito, Fernando Rosales, informó que en las comunidades de Mohoneras, Cajeles, Cajelitos y Dos Caminos también se suspendieron las clases hasta que ya no haya peligro de que ocurran más enfrentamientos que pongan en riesgo la vida de los alumnos y docentes.
Las autoridades informarán a la Secretaría de Educación de Guerrero (SEG) de la medida para que los maestros no sean sancionados, mencionó Rosales, quien no tiene certeza de cuándo se reanudarán las actividades académidas.
El comisario declaró que en la zona hay «grupos delictivos interesados en tener el control del Valle».
La Procuraduría General de la República (PGR) informó en 2017 que las células de Los Rojos y Los Ardillos, que naciron como parte del cartel de los Beltrán Leyva, son de los grupos de la delincuencia que se disputan el territorio guerrerense, donde también están el Cártel Jalisco Nueva Generación y La Familia Michoacana.