Un iceberg del tamaño de la isla española de Mallorca se ha desprendido de la costa de la Antártida. Mediciones tomadas desde satélites y aviones confirman que ahora es el más grande del mundo.
El iceberg A-76 se desprendió del lado occidental de la plataforma de hielo de Ronne, al noroeste de la Antártida, y ahora está flotando en el mar de Weddell, según la Agencia Espacial Europea. Mide alrededor de 170 kilómetros de largo y 25 kilómetros de ancho. Es más grande que Long Island en Nueva York y la mitad del tamaño de Puerto Rico.
La capa de hielo de la Antártida se está calentando más rápido que el resto del planeta, causando el derretimiento de las cubiertas de nieve y hielo, así como la retirada de los glaciares, especialmente alrededor del mar de Weddell. A medida que los glaciares se retiran, trozos de hielo se desprenden y flotan a la deriva hasta que se rompen o se estrellan contra la costa.
El año pasado, las corrientes llevaron el iceberg A-68A, el más grande del mundo en ese momento, desde la Antártida hasta la costa de las islas Georgias del Sur. Científicos temían que el iceberg chocara con una isla que es un área de reproducción de lobos marinos y pingüinos, pero terminó dividiéndose y desintegrándose en pedazos. El A-68 se desgajó del frente de hielo Larsen en la Península Antártica en 2017 y llegó a medir 6.000 kilómetros cuadrados.
El iceberg colosal A-68A se rompió en pedazos en diciembre de 2020, con dos grandes fragmentos de hielo desprendiéndose del bloque principal y flotando en mar abierto en el Atlántico Sur (Sentinel/Copernicus)
El nivel promedio del mar ha aumentado cerca de 23 centímetros desde 1880, y aproximadamente una cuarta parte de ese aumento proviene del hielo que se derrite en las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida, junto con glaciares terrestres en otros lugares, según un estudio publicado en Nature a principios de este mes.
El estudio realizado por 84 científicos de 15 países concluyó que los objetivos nacionales más ambiciosos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y frenar el cambio climático establecidos recientemente no son suficientes para evitar el aumento del nivel del mar. De hecho, el derretimiento de los glaciares y las capas de hielo elevará el nivel del mar dos veces más rápido que si los países cumplieran sus promesas anteriores en virtud del Acuerdo de París.
FOTO DE ARCHIVO: Un barco de pesca pasa por delante de un gran iceberg en la boca del fiordo de hielo Jakobshavns, cerca de Ilulissat, Groenlandia, 15 de mayo de 2007 (REUTERS/Bob Strong)
El iceberg A-76 tiene una superficie total de 4.320 kilómetros cuadrados y su desprendimiento fue detectado por el British Antarctic Survey y confirmado por el Centro Nacional de Hielo de EEUU utilizando imágenes de Copernicus Sentinel-1. La misión Sentinel-1 consta de dos satélites en órbita polar que se basan en imágenes de radar de apertura sintética de banda C, que devuelven datos independientemente de si es de día o de noche, lo que permite ver regiones remotas como la Antártida durante todo el año.
La denominación de los icebergs se compone a partir del cuadrante antártico en que son avistados originalmente, seguido de una letra secuencial. Si posteriormente la masa de hielo se rompe, como sucede en ocasiones, cada pedazo añade a su nombre una letra secuencial.
La enormidad del A-76 lo convierte en el más grande del mundo, arrebatándole el primer lugar al iceberg A-32A (aproximadamente 3.880 kilómetros cuadrados de tamaño) que también se encuentra en el mar de Weddell. En comparación, el iceberg A-74 que se desprendió de la plataforma de hielo Brunt en febrero de este año tenía solo 1.270 kilómetros cuadrados.
–
Con información de Bloomberg, EFE y EuropaPress