El calor y la sequía ponen en peligro la próxima cosecha de café en El Salvador

by Redacción

El calor extremo y la sequía se unen contra la producción de café y ponen en riesgo otras producciones agrícolas en El Salvador.

El presidente de la Asociación Cafetalera de El Salvador (Acafesal), Sergio Ticas, advirtió sobre los peligros que amenazan los cafetales salvadoreños y advirtió que si las lluvias no llegan pronto y en las cantidades necesarias, no habrá producción este año.

En zonas bajas y hacia el oriente del país sobre todo, las altas temperaturas golpean los cultivos, las plantas marchitas y las hojas quemadas comienzan a propagarse y se incrementan las condiciones para la aparición de plagas.

“En estos momentos, el déficit hídrico alcanza niveles preocupantes”, sostuvo Chicas en declaraciones a periodistas.

El experto y genetista de café Yohalmo Rivas señala que las plantas de café comenzaron a dar flores por las lluvias esporádicas entre febrero y abril pasado. Sin embargo, explica que es necesario que un árbol de cafeto necesita humedad en el suelo para que se desarrolle el fruto y debido a la sequía la floración ha sido un buena parte del país «vana», no cuajó en frutos por lo que no habría producción, corta, ni exportación del aromático, debido a que las altas temperaturas secaron las superficies.

Las fincas en Ahuachapán han acumulado de lluvias a la última semana de mayo 10 milímetros (mm), seguido en Santiago de María, en Usulután, con 22 mm. “Lo acumulados de lluvias son mínimos, en tiempo normales superarían los 150 mm”, explica Chicas.

“El fenómeno de El Niño, que causa sequía meteorológica en varias partes de nuestro país, amenaza nuestros cafetales y otros cultivos”, asegura el directivo cafetalero.

Por su parte, los productores de cereales también se encuentran preocupados que se repita un episodio de sequía como la ocurrida en 2018, cuando pasaron más de 40 días sin lluvias entre julio y agosto, y dejó pérdidas millonarias. Con el fenómeno de «El Niño» casi es seguro que se repetirá la canícula a mediados de la época lluviosa, eso sumado a la entrada tardía de esta, casi garantiza una crisis en exportaciones de café y una crisis alimentaria en el país.

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