El presidente dijo que el plan fiscal, en el que la Casa Blanca y los republicanos en el Congreso han estado trabajando por meses, es la reforma más importante al sistema tributario en tres décadas y que está “completamente finalizada”
El presidente Donald Trump prometió el domingo el «recorte fiscal más grande en la historia de nuestro país» que reduciría las tasas para la clase media y corporaciones a fin de estimular el crecimiento económico y el empleo.
Trump dijo que su «prioridad» es la revisión tributaria en lugar de los esfuerzos de última hora para revocar el programa de salud de Obama. La reforma de salud presentada por los republicanos estuvo cerca de fracasar el fin de semana, aunque el mandatario puntualizó que «eventualmente ganaremos en eso».
El presidente dijo que el plan fiscal en el que la Casa Blanca y los republicanos en el Congreso han estado trabajando por meses, es la reforma más importante al sistema tributario en tres décadas y que está «completamente finalizada». Habló en el Aeropuerto Municipal de Morristown.
Esta es una reforma para la clase media y para las compañías, para traer de vuelta los empleos
Los detalles que dio no fueron consistentes. Dijo que «espero» que la tasa de interés corporativo se recorte hasta 15% del actual 35%. El presidente de la Cámara de Representantes Paul Ryan había dicho que una tasa de 15% era poco práctica, con una tasa en el rango de entre 20% más viable para evitar incrementar el déficit.
La tasa será «substancialmente más baja para que podamos traer de vuelta los empleos al país», indicó Trump.
También dijo que «nosotros pensamos que vamos a llevar la tasa de personas físicas a 10 o 12%, mucho menor de la que se tiene ahora». No comentó si la tasa individual para los ricos, que actualmente es del 39,6%, sería recortada, como lo habían promovido algunos republicanos.
«Esta es una reforma para la clase media y para las compañías, para traer de vuelta los empleos», dijo Trump.
Se prevé que la reforma reduzca el número de categorías tributarias de siete a tres.
Los comentarios de Trump se produjeron justo cuando los republicanos de la Comisión de Recursos y Arbitrios de la Cámara de Representantes se reunieron a puerta cerrada para discutir la reforma. Ellos habían prometido revelar algún esbozo o detalle de la reforma en la semana, luego de que los legisladores republicanos de la cámara baja tuvieran la oportunidad de discutirla y cuestionarla con los arquitectos de los cambios, entre ellos el representante Kevin Brady, que preside la Comisión de Recursos y Arbitrios.
«Dejaremos que la Casa Blanca determine la fecha» de difusión del plan, señaló Brady al término de la reunión. «Definitivamente» será esta semana, agregó.
Los republicanos están divididos en algunos puntos centrales de la iniciativa. No están de acuerdo en que las reducciones impositivas aumenten la enorme deuda de la nación de 20 billones de dólares. Tampoco en la eliminación de las deducciones federal a los impuestos estatales y locales.
A pesar de sus discrepancias en el debate sobre el déficit, los senadores republicanos acordaron de manera provisional un plan que prevé reducciones fiscales por 1,5 billones de dólares. La cantidad aumentaría considerablemente la deuda pero permitiría reducciones mayores a las tasas impositivas a diferencia de si los republicanos hicieran efectiva la promesa inicial de no elevar el déficit presupuestario en su próxima reforma fiscal.
La nueva coyuntura marca un cambio de postura entre los principales republicanos del Congreso, como el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, y Ryan, quien había prometido durante meses que el plan no aumentaría el déficit.
El domingo por la mañana, el secretario del Departamento de Tesoro Steven Mnuchin dijo en una entrevista televisada que el plan «crearía un recorte fiscal para la clase media, haría a los negocios competitivos y crearía trabajos». Agregó que hay cambios para los «altos contribuyentes», como «reducción de muchas deducciones». No dio más detalles.