El director de la Fundación Nacional para el Desarrollo (FUNDE), Roberto Rubio Fabián, pidió el pasado seis de mayo que la Fiscalía General de la República (FGR) haga caso omiso de las denuncias y avisos penales que se han hecho contra fiscales de esa institución que supuestamente mintieron, en su doble calidad de fiscales y testigos criteriados, para que la FGR estructurara el llamado caso corruptela.
Luego que el exfiscal Douglas Meléndez abandonara la jefatura del Ministerio Público (MP) un grupo de fiscales acudió a la Procuraduría Para la Defensa de los Derechos Humanos a denunciar a su exjefe de haberlos presionado sicológica y físicamente, para que inventaran “evidencias” y mintieran en el caso corruptela a cambio de recibir beneficios de testigos criteriados y por lo cual se les ha abierto un expediente investigativo en la FGR
Rubio dice en una carta enviada al Fiscal General Raul Melara, el pasado seis de mayo, que “El hecho mismo de abrir un expediente investigativo” contra los fiscales que reconocieron ante la PPDH haber mentido en el caso corruptela, “es un mensaje negativo”.
¿Desde cuándo la acción de la FGR de investigar la posible existencia de un delito, es un mensaje negativo y más aún, cuando se trata de investigar funcionarios de la misma institución que atentan contra los derechos humanos de los acusados y contra el debido proceso?
¿Es que acaso Rubio, en su defensa de la corrupción, no sabe que la principal función de la Fiscalía General de la República es la investigación del delito?
Contrariamente, la carta del director de FUNDE y Transparencia Internacional ha traído un mensaje muy positivo y esperanzador para una ciudadanía acostumbrada a que sus denuncias sean ignoradas; Rubio dice en su carta: “Conocemos que usted dio instrucciones para aperturar dicho proceso investigativo” !Eso es lo que la sociedad espera del Fiscal General!, que investigue y cumpla su promesa de corregir injusticias. Si no lo hiciera así, Rubio Fabián sería el primero en acusar al fiscal Melara por el delito de omisión. ¿Será ese su objetivo?
Para que le quede claro a Roberto Rubio: el Fiscal General tiene la facultad de investigar el delito, ya sea que lo haya cometido el presidente de la República o el hombre humilde que le llega a limpiar los zapatos a sus oficinas en la Arturo Ambrogi, donde están instaladas las oficinas de FUNDE.
No quisiéramos especular, pero la carta del director de FUNDE más parece reflejar otra preocupación que la que manifiesta. Calificar de “experto” el manejo que los fiscales a cargo están haciendo en el caso corruptela y sus esfuerzos por descalificar las declaraciones de los fiscales que acudieron a la Procuraduría Para la Defensa de los Derechos Humanos PPDH a denunciar los atropellos y vejaciones que sufrieron por parte del exfiscal Meléndez, es realmente sospechoso y habría que investigarlo, aunque después Rubio diga que se trata de mensajes negativos de la FGR.
La sospecha se hace mayor cuando de manera inaudita, Rubio pide al señor Fiscal Melara que se permita a su organización, FUNDE, “actuar como observadores en la investigación interna que está realizando el Auditor Fiscal en contra de los fiscales que tienen o han tenido a su cargo las investigaciones y la representación fiscal en el caso corruptela”. ¿Será que Rubio, a través de FUNDE, tiene algo que aportar al caso?