Volkswagen asumirá un nuevo cargo de unos 3.000 millones de dólares para reparar los motores a diésel de sus vehículos en Estados Unidos, lo que elevará el coste total por el escándalo de emisiones de gases de sus vehículos a cerca de 30.000 millones de dólares.
Las acciones de la automotriz alemana bajaban hasta un 3 por ciento el viernes, ya que operadores y analistas expresaron su consternación porque la compañía aún está asumiendo cargos dos años después desde que estallara el escándalo.
«Este es un anuncio inesperado e inoportuno de VW, no sólo desde la perspectiva del flujo de caja y de ganancias sino también respecto a la credibilidad de la gerencia», dijo Arndt Ellinghorst, analista de Evercore ISI.
La mayor automotriz de Europa admitió en septiembre de 2015 que usó un software ilegal para manipular las pruebas de emisiones de gases de sus vehículos en Estados Unidos, desatando la mayor crisis en sus 80 años de historia.
Antes del viernes, la compañía había apartado 22.600 millones de euros para cubrir costes como multas y reparaciones de vehículos.
El viernes, Volkswagen dijo que las reparaciones de hardware están siendo más complicadas de lo esperado y que tuvo que apartar otros 2.500 millones de euros como provisión.
«Tenemos que hacer más con el hardware», dijo un portavoz de Volkswagen, y añadió que los clientes estadounidenses tendrían que esperar más para que sus vehículos fueran reparados. La suma está vinculada a un programa para recomprar o reparar hasta 475.000 coches de diésel.
En Europa, donde sólo se requirió una actualización de software para los cerca de 8,5 millones de autos afectados, además de la integración de un componente menor para cerca de 3 millones de esos vehículos, las reparaciones se están llevando a cabo sin problemas, añadió el portavoz.
La provisión adicional se verá reflejada en los resultados del tercer trimestre de la automotriz, que serán divulgados el 27 de octubre.
(1 dólar = 0,8480 euros)