Mientras que muchas momias egipcias se ven serenas, cuidadosamente envueltas en lienzos y acompañadas por objetos u ofrendas, una llevaba años desconcertando a los científicos por la espantosa expresión de su rostro.
Pero ahora, a 3.000 años de su muerte, los estudiosos creen que finalmente saben quién era y por qué se ve tan angustiada.
El egiptólogo y ex ministro de antigüedades Zahi Hawass aseguró en declaraciones al Al-Ahram Weekly que las pruebas de ADN han confirmado que es el Príncipe Pentewere, que fue condenado a muerte y ahorcado por su papel en el asesinato de su padre, Ramsés III, que gobernó en el siglo XII aC.
Esta momia no solo era inusual por la mirada agonizante en su rostro. «La encontramos cubierta de piel de oveja». «En la mente del antiguo egipcio … cubrirse con piel de oveja significa que no estaba limpio, hizo algo [malo] en su vida», reveló el ex ministro de antigüedades.
La momia tampoco tenía un marcador de tumba, que según la costumbre en ese momento, le asignaba un rol en la vida futura. Sus manos y pies estaban atados y no se le dio un proceso de momificación tradicional.
«Simplemente lo dejaron secar en natrón y luego le echaron un poco de resina en la boca abierta», informó Al-Ahram Weekly.
Sin embargo, la momia fue encontrada enterrada con otros miembros de la familia real. «Dos fuerzas estaban actuando en esta momia: una para deshacerse de él y la otra para tratar de preservarlo», dijo a The Sun Bob Brier, un arqueólogo de la Universidad de Long Island que ha examinado el cuerpo. «Por alguna razón, hubo un intento de asegurarse de que no tenía vida después de la muerte, y en otro intento, alguien se preocupó por su vida en el más allá».
La momia se exhibe en el Museo Egipcio de El Cairo como parte de una exposición temporal especial que muestra partes de la colección que no se habían visto antes.