Estamos viviendo el pleno desarrollo de proyectos e ideas que buscan impulsar el uso de robots en tareas de automatización, así como la presencia de coches autónomos en las calles. Pero aquí todavía hay un problema, ya que para que estos sistemas funcionen adecuadamente necesitamos varias cámaras, sensores y radares que le dicen a la máquina qué es lo que tiene enfrente. Esto podría cambiar en unos años.
Un equipo de científicos de la Universidad de Stanford ha desarrollado la primera cámara ‘4D’ pensada en dar nuevas capacidades a los sistemas autónomos, como coches, drones, aviones, robots, e incluso otros dispositivos relacionados con tareas de realidad aumentada y virtual.
140 grados de información en una sola imagen
Esta cámara ha sido creada con la idea de tener un ‘ojo’ con potentes capacidades para robots y vehículos, lo que haría que los costes disminuyeran al no necesitar otras cámaras o sensores. Esta cámara es capaz de captar casi 140 grados de información en una sola imagen, información que puede ser usada para entender el contexto de donde se encuentra y así poder actuar correctamente.
La cámara consta de una sola lente con capacidades de gran angular y profundidad de campo, lo que hace que pueda obtener detalles en cuatro dimensiones. Es capaz de obtener las coordenadas y saber la distancia y dirección de la luz entre cada objeto y la lente. Toda esta información se agrupa y el resultado es una imagen 2D con datos como la profundidad, translucidez y dispersión de la luz entre todos los objetos.
Estas capacidades pueden ser aprovechadas para que un futuro un coche autónomo pueda ser capaz de reenfocar imágenes mientras conduce bajo la lluvia, o bien, ayudar a que los robots centrados en tareas de búsqueda y rescate se abran paso entre obstáculos en áreas pequeñas de difícil acceso.
Esta cámara 4D aún está en una etapa de concepto en fase de pruebas, por lo que debido a su gran tamaño sería imposible utilizarla en las tareas que se tienen planeadas. Sus responsables ya están trabajando en opciones para hacerla más pequeña y ligera, y en un par de años creen que podrán iniciar las pruebas en robots.