El exdirector de la Policía Nacional Civil (PNC), general Francisco Salinas, aseguró que el expresidente de la República, Mauricio Funes Cartagena, tenía conocimiento de la tregua entre pandillas.
Salinas aseguró que el Organismo de Inteligencia del Estado (OIE) realizaba los pagos generados por la tregua, entre ellos el alquiler de una casa donde funcionaba la oficina de Raúl Mijango durante la tregua, además, el Centro de Inteligencia Policial de la PNC entregó a dos oficiales para labores de inteligencia durante el periodo que duró la tregua, con salario del ministerio de Seguridad.
“La tregua fue política de Estado por las instituciones que estaban involucradas. El presidente Funes tenía conocimiento”, dijo el militar en sus declaraciones durante el juicio que se lleva a cabo contra el exdirector de Centros Penales, Nelson Rauda, y varios exempleados de la Dirección de Centros Penales.
Por su parte, el obispo castrense y exmediador de la tregua, Fabio Colindres, primer testigo que declaró en el juicio que inició el lunes el Juzgado Especializado de Sentencia contra las personas vinculadas a la tregua entre pandillas, dijo que el acuerdo para iniciar la tregua se dio por “invitación” del Gobierno y no por iniciativa de las pandillas, como quiso justificar en su momento el expresidente Funes.
La invitación a la que se refiere el obispo castrense fue realizada por el entonces ministro de Justicia y Seguridad, David Munguía Payés, actual titular de Defensa en el Gobierno de Salvador Sánchez Cerén y el segundo del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
De acuerdo al religioso, la propuesta que recibió fue que él hiciera trabajo pastoral con los pandilleros recluidos en las cárceles, mientras que Raúl Mijango, haría gestiones para que los cabecillas acordaran un cese a la violencia en representación de la sociedad civil.
Con esta antesala, los dos mediadores iniciaron sus reuniones con algunos cabecillas de la mara 18 y la Mara Salvatrucha (MS 13) en el penal de Máxima Seguridad, en Zacatecoluca, meas conocido como “Zacatrás”.
El exministro de Seguridad y actual ministro de la Defensa Nacional, David Munguía Payés y el expresidente Funes Cartagena, aseguraron que el proceso surgió por iniciativa de la sociedad civil y las pandillas, y que el Gobierno solo “facilitó y acompañó” el proceso de la tregua, con el que, según ellos se habría reducido el índice de asesinatos en el país.
Colindres sostuvo que, por órdenes administrativas, a cambio de pactar el armisticio, los principales líderes de las pandillas fueron trasladados a a cárceles con un menor régimen de seguridad, desde donde comunicarían a sus “bases” a nivel nacional el acuerdo de no agresión.
El obispo castrense fue rotundo al asegurar que el expresidente Funes conoció desde un inicio el proceso y le manifestó su “total apoyo” a este en las diferentes reuniones en las que le dio cuenta de su avances.
Colindres consideró que, la cuestionada tregua fue “exitosa” apenas los primeros seis meses de su ejecución, pero que luego “decayó”, con la respectiva alza de los asesinatos, la introducción de objetos ilícitos y prostitutas al sistema penitenciario.
“Participé convencido de que podría ayudar a bajar la cifra de asesinatos”, pero después quedé “solo y rechazado” advirtió el religioso.