El presidente Nayib Bukele aseguró el miércoles que la prohibición total de la minería en el país, vigente desde 2017, es un «absurdo» cuando el país tiene depósitos de oro.
«Somos el ÚNICO país en el mundo con una prohibición total de la minería metálica, algo que ningún otro país aplica. ¡Absurdo!», afirmó el mandatario en la red social X.
Según Bukele, toda la riqueza potencial en oro que existe en El Salvador podría equivaler a “3 billones de dólares”, lo que equivaldría, según sus cálculos, a 8.800% del Producto Interno Bruto nacional, que cerró en 2023 en $34.015 millones.
En marzo de 2017, tras la presión de ambientalistas, el Congreso aprobó por mayoría la normativa que prohíbe la minería metálica por considerarla una industria destructiva para el medio ambiente y la salud pública.
La prohibición incluyó las actividades de exploración, extracción, explotación y procesamiento, ya sea a cielo abierto o subterráneo.
Ahora, el presidente Bukele plantea que la extracción de oro es una “riqueza que podría transformar El Salvador” y apuntó que generaría “miles de empleos de calidad”, que financiaría “infraestructura en todo” el país e impulsaría economías locales.
Al mismo tiempo, aseguró que la minería en El Salvador sería “moderna y sostenible” y cuidaría el medio ambiente.
Este país centroamericano es «una de las zonas más ricas en recursos minerales gracias a su actividad volcánica», dijo Bukele.
El gobernante explicó que estudios realizados en solo el 4% del área potencial identificaron «50 millones de onzas de oro, valoradas hoy en 131.565 millones de dólares». «Esto equivale al 380% del PIB de El Salvador», aseguró.
Para los ambientalistas, la llamada “minería verde” que ofrece Bukele ralentiza la contaminación pero no la evita. Una de las preocupaciones es que las mineras siguen ocupando grandes cantidades de agua para lograr extraer el oro, así como los pozos donde debe guardarse y esas aguas no son tratables.
En un comunicado emitido el miércoles las organizaciones antimineras del país rechazaron la intención del presidente de revertir la prohibición y señalaron que ésta “no fue una decisión absurda, sino en defensa del agua y del ambiente”, producto de una “lucha social de 12 años de las comunidades”.
Según la Unidad Ecológica Salvadoreña, la mina El Dorado, que estaba ubicada en el distrito de San Isidro, departamento de Cabañas Este, a 72 kilómetros de San Salvador Centro, dejó una contaminación irreversible en el río Titihuapa.
El Salvador ganó en octubre de 2016 una millonaria demanda de la minera canadiense Pacific Rim en un proceso de arbitraje desarrollado en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi), del Banco Mundial. La empresa OceanaGold, que asumió la explotación posteriormente, proyectaba una inversión de $200 millones para extraer oro y plata en San Isidro.