El Real Madrid venció el domingo por 3-0 al Athletic Club, con tres goles de Karim Benzema, en un partido correspondiente a la 33ª jornada de La Liga y que sirvió a los merengues para continuar en la disputa por el subcampeonato, a sabiendas de que el FC Barcelona parece inalcanzable y ya acaricia el título.
Gracias a este cómodo resultado, los pupilos de Zinédine Zidane llegaron hasta los 64 puntos y se mantuvieron cuatro por detrás del segundo clasificado, el Atlético de Madrid, a falta de solo cinco jornadas para cerrar un curso liguero que a los blancos se les está atragantando.
La primera mitad fue un fiel reflejo de ello. Apenas se acercaron los locales una vez con peligro, al cuarto de hora y tras una buena triangulación en el lado izquierdo de Marco Asensio con Lucas Vázquez y con Marcelo Vieira. El lateral brasileño culminó la jugada con un fuerte disparo por encima del travesaño, sin incordiar a un Iago Herrerín que no tuvo más trabajo en la portería hasta la segunda parte.
Antes del intermedio, un cabezazo de Raúl García a centro de Beñat Etxebarria fue lo más destacado en el bando bilbaíno. Bien atajado ese balón por Keylor Navas a ras de suelo, ambos equipos firmaron tablas y fiaron su suerte a un segundo tiempo de resurrección, donde volvió a aparecer como salvador Karim Benzema por enésima vez esta temporada.
El delantero francés abrió la cuenta en el estadio Santiago Bernabéu nada más regresar de los vestuarios, merced a un remate de cabeza casi en el área pequeña y haciendo bueno un centro de Asensio, con la zurda, habiéndose desmarcado con facilidad a la espalda de Iñigo Lekue.
Ahí residía una de las principales bazas del conjunto blanco, con el ’20’ cambiando de banda a menudo para despistar a sus marcadores mientras Luka Modric manejaba la pelota y Toni Kroos cubría muchos espacios, junto a Carlos Casemiro y aprovechando la poca mordiente de su rival.
Al Athletic le tocó mover ficha y su técnico introdujo en el campo a Unai López y a Aritz Aduriz en el 75′, pero de inmediato emergió de nuevo Benzema para marcar el 2-0 y borrar cualquier conato de reacción. En un córner, botado con precisión por Modric, el ariete galo se elevó por encima de Yeray Alvarez y coló el balón, otra vez con un testarazo, en el fondo de las mallas.
Herrerín había fallado en la salida, como muestra de la falta de tensión y de pericia que el equipo ‘león’ tenía sobre el césped del Bernabéu. Su escaso bagaje de acercamientos a la portería de Navas se amplió en el minuto 87, a raíz de un remate de cabeza hecho por Iñaki Williams tras asistencia de Unai López.
El guardameta costarricense repelió esa pelota con el pie y a renglón seguido Gareth Bale pudo establecer el 3-0, aunque su vaselina sobre Herrerín se marchó muy alto. El jugador galés no acalló los pitidos en su contra, ya constantes como local. Al menos dio el pase a Benzema para que éste cerrara su gran tarde con otro gol, desde lejos y a puerta vacía tras otra nefasta salida de Herrerín.