El Tribunal Supremo Electoral (TSE) es la única entidad que deberá decidir sobre la candidatura de Nayib Bukele a la presidencia del país luego que se inscriba antes del 23 de octubre.
Bukele aun no presenta su solicitud para participar en los comicios de 2024 y debe pedir una licencia de seis meses antes del nuevo período presidencial para poder participar, según una resolución de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia.
El mandatario deberá presentar a la Secretaría General del ente electoral su solicitud de inscripción para que los magistrados deliberen y decidan si permiten su inscripción o si la rechazan. Los magistrados han señalado que se requieren cuatro de los cinco votos para inscribirlo.
Según una sentencia de la Sala de lo Constitucional en una interpretación de la Constitución, Bukele debe pedir una licencia de seis meses antes del inicio del nuevo período presidencial para poder postularse.
El caso es que, según el Supremo, sería “ilegítimo” promover la reelección para un periodo superior a los 10 años, lo que cortaría hipotéticamente cualquier afán de alguna figura política de perpetuarse en el poder, a no ser que se produzca “otra interpretación”, por una Sala impuesta por el oficialismo, de la Carta Magna.
Según la Constitución de la República de El Salvador, el presidente debe elegir designados presidenciales que cubran su puesto en caso de estar imposibilitado a continuarlo, sin embargo se desconoce la elección de dichos designados para el relevo al mandatario en su cargo y el tiempo se agota, pues Bukele debe solicitar la licencia de seis meses como lo indica la Sala.
Sin embargo, según la Constitución salvadoreña, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) es la máxima autoridad electoral, tanto en el ámbito administrativo como en el ámbito jurisdiccional, anulando cualquier sentencia de la Corte Suprema que se inmiscuya o trasgreda la funciones del TSE en materia.
Lo que obliga a la institución electoral a «decidir» si el mandatario tiene o no la autorización constitucional a correr por un «mandato inmediato» al que detenta actualmente.
La responsabilidad legal, moral y política de una reelección inmediata corresponde a los magistrados del TSE, no a la Sala.
Los magistrados han manifestado que obedecerán la sentencia de la Sala que permite la reelección inmediata de Bukele, pero, no deben olvidar que los funcionarios públicos están obligados a cumplir «solamente» lo que la ley les ordena y no lo que deciden interpretar.