El régimen de Corea del Norte elevó en un grado más la escalada de tensión verbal en torno a la península coreana con amenazas de atacar las bases militares de Estados Unidos en la isla de Guam.
El mensaje intimidatorio vino de parte de un portavoz de las Fuerzas Estratégicas (encargadas del programa de misiles de Pyongyang) del Ejército Popular de Corea que fue citado en un comunicado de la agencia estatal KCNA.
El presidente de EEUU, Donald Trump, advirtió ayer al régimen de Kim Jong-un de que «se encontrará con una furia y un fuego jamás vistos en el mundo» si no deja de amenazar a su país.
El mensaje de hoy no hizo referencia al incendiario mensaje pronunciado por Trump desde su retiro vacacional de Nueva Jersey pero sí denunció un nuevo envío ese mismo día por parte del Pentágono de bombarderos estratégicos B-1B (estacionados en Guam) a las cercanías de la península coreana.
«Los piratas aéreos de Guam volvieron a aparecer en el cielo por encima del sur de Corea para realizar una alocada maniobra que simula una guerra real», denunció el portavoz en el texto, donde acusó a Washington de estar movilizando activos nucleares estratégicos desde esta isla del Pacífico Occidental o California.
EE.UU. ha convertido este año en costumbre habitual el envío de los B-1B para responder a Corea del Norte con una muestra de músculo militar.
Los envió a las inmediaciones de la península coreana en mayo y junio después de sendos ensayos de misiles de Pyongyang y también en junio tras conocerse la muerte del estudiante Otto Warmbier, que falleció después de ser enviado de vuelta a Estados Unidos en estado comatoso tras pasar 17 meses en prisión en Corea del Norte.
Pyongyang está, según el portavoz militar, «analizando cuidadosamente un plan operativo de fuego envolvente en torno a Guam con misiles de alcance medio-largo Hwasong-12, para contener las principales bases estratégicas de Estados Unidos en la isla, incluida la Base Aérea de Anderson (sic)», aseguró el militar.
Guam acoge bajo una misma comandancia dos bases claves para su estrategia en Asia Pacífico, la base naval Guam y la base aérea Andersen.
La primera acoge al Escuadrón 15 de Submarinos y presta apoyo a la Séptima Flota (estacionada en Japón) mientras que la segunda es uno de los pocos centros operativos de vanguardia que tienen los bombarderos estadounidenses fuera de su territorio.
Andersen aloja varios bombarderos estratégicos B-52, los mencionados B-1B y en determinadas ocasiones unidades del bombardero furtivo B-2, todos ellos con capacidad para lanzar ataques nucleares.
El misil mencionado por Corea del Norte, el Hwasong-12, fue lanzado por primera vez el pasado 14 de mayo mostrando un rendimiento sorprendente y un alcance potencial de unos 4.500 kilómetros (Guam está a unos 3.000 al sureste de Corea del Norte).
Este es uno de los muchos y preocupantes avances que ha cosechado el Ejército norcoreano en el último año con sus numerosas pruebas de proyectiles.
La última de estas mejoras armamentísticas podría ser la de miniaturizar con éxito una cabeza nuclear para poder equiparla en un misil, una posibilidad a la que otorga veracidad un informe de la Agencia de Inteligencia de Defensa desvelado por el diario The Washington Post.
Las continuas pruebas de armas que Pyongyang ha venido realizando con una frecuencia cada vez mayor desde el año pasado y con mayor insistencia aún desde enero ha motivado una subida de tono por parte de la Administración Trump, que ha insinuado varias veces la posibilidad de atacar Corea del Norte de manera preventiva, la última este martes.
Por su parte, el régimen de Kim Jong-un amenazó esta semana con llevar a cabo «acciones físicas» contra territorio estadounidense en represalia por las últimas sanciones de la ONU, de las que consideran a Washington máximo impulsor.
Las sanciones llegan en respuesta al primer misil balístico intercontinental que lanzó en su historia Corea del Norte el pasado 4 de julio, un hito armamentístico al le ha seguido el lanzamiento el 28 de julio de un segundo proyectil de este tipo, un arma con rango suficiente para alcanzar territorio estadounidense.