Un nuevo tratamiento podría protegernos de las alergias más complicadas durante toda la vida.
¿Una protección permanente para las alergias más graves? Ahora parece posible gracias a la investigación llevada a cabo por la Universidad de Queensland (EE. UU.) y cuyos experimentos con roedores han sido efectivos ‘desactivando’ la respuesta inmunitaria que provoca la reacción alérgica en el organismo. El estudio ha sido publicado en la revista JCI Insight.
«Cuando alguien tiene una alergia o un brote de asma, los síntomas que experimentan son resultado de las células inmunes que reaccionan a la proteína en el alérgeno», comenta Ray Steptoe del Instituto Diamantina de la Universidad de Queensland y líder del trabajo.
Estas reacciones de hipersensibilidad, como la que provoca el pelo de animales, determinados alimentos en especial las nueces, los pescados y los mariscos, picaduras de insectos, el polen o plantas en general, supone todo un desafío, ya que las células inmunes que reaccionan, concretamente las células T, desarrollan una forma de memoria inmune, por lo que se vuelven muy resistentes a los tratamientos.
Los investigadores han conseguido ‘limpiar’ esa memoria de las células T en un grupo de roedores gracias a la terapia génica, provocando que el sistema inmunológico sea insensible y no reaccione ante la proteína, sino que la tolere.
«Nuestro trabajo utilizó un alérgeno experimental del asma, pero esta investigación se podría aplicar para tratar a los que tienen alergias severas al cacahuete, al veneno de las abejas, y a otras sustancias», comenta Steptoe.
A estas conclusiones les seguirá más investigación pre-clínica, y el siguiente paso será replicar los resultados utilizando células humanas en el laboratorio. «Tomamos células madre de la sangre, insertamos un gen que regula la proteína alergénica y lo ponemos en el receptor. Esas células producidas por ingeniería generarán nuevas células sanguíneas que expresan la proteína y apuntarán a células inmunes específicas, desactivando la respuesta alérgica», aclara Steptoe.
«En este momento, la población objetivo podría representar a aquellas personas que tienen asma grave o alergias alimentarias potencialmente letales», concluye.
El objetivo final es conseguir una inyección que sirva como tratamiento único y permanente para todas las alergias.