A 40 años que El Salvador recibiera la mayor goleada de la historia de los Mundiales

by Redacción

Los 23.000 aficionados que llenaron las gradas del Martínez Valero de Elche (en aquel entonces llamado Estadio Nuevo) ni se imaginaban lo que estaban a punto de presenciar. El duelo entre Hungría y El Salvador apenas suscitó interés en la previa, aunque 90 minutos después iba a estar en boca de todos al acontecer la mayor goleada de la historia de los Mundiales, récord que aún perdura. El 10-1 endosado por el conjunto magiar al salvadoreño sigue siendo la mayor paliza de siempre en una Copa del Mundo, superando el 9-0 registrado en el Yugoslavia-Zaire de 1974.

Hungría y El Salvador habían quedado englobadas en el Grupo 3 del Mundial de España’82, junto con Argentina y Bélgica, las dos favoritas para acceder a la siguiente ronda (como así fue). Así, ambas compartían la vitola de cenicientas, por lo que el que ganara en su enfrentamiento tendría alguna opción de colarse en las eliminatorias.

El conjunto magiar no iba a dejar escapar la ocasión y se ensañó con El Salvador, azotado por una guerra civil desde 1979. La Federación salvadoreña apenas pudo enviar 20 jugadores a la cita y el equipo llegó apenas tres días antes del inicio de la competición después de un largo viaje con numerosas escalas.

Así, entró dentro de la lógica que Hungría ganara por 3-0 antes de la media hora de juego gracias a los goles de Nyilasi, Poloskei y Fazekas. El cuadro centroamericano bajó los brazos y terminó por encajar una goleada de escándalo. Tres el descanso el conjunto magiar siguió apretando el acelerador. Toth aprovechó las facilidades para apuntarse el cuarto y Fazekas completó su doblete en el 54’.

Kiss hace historia
Dos minutos después iba a saltar al campo Laszlo Kiss, quien sin saberlo tenía una cita con la historia. El centrocampista fue un torbellino al anotar el ‘hat-trick’ más rápido de los Mundiales. Apenas siete minutos (del 69’ al 76’) tardó en perforar la portería rival en tres ocasiones, siendo el segundo de ellos el de más bella factura al batir a Luis Guevara con una preciosa vaselina (72’). Entremedias, Szentes había hecho el séptimo, llegando Hungría a los minutos finales con nueve goles en su haber. Curiosamente, Tibor Nyilasi, quien había abierto el tanteador en el 4’ iba a ser el que cerraría la goleada marcando el décimo con otro testarazo.

Entre tanta diana húngara, hubo un oasis obrado por El Salvador cuando en el 64’ el Mágico González deslumbró con una jugada superlativa finalizada por Luís Baltazar Zapata, apodado ‘Pelé’, quien anotó el que aún es el único gol del combinado centroamericano en un Mundial, redondeando un partido histórico

La crónica de aquel partido

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