6 posibles causas de la irritación en las axilas y cómo tratarlas

by Redacción

Uno de los problemas dermatológicos más frecuentes es la irritación en las axilas. La sensibilidad de esta zona aumenta las probabilidades de sufrir inflamaciones, ya sea por agresiones como la fricción o la utilización de productos de higiene potentes. La consecuencia es el escozor y la apariencia antiestética.

El picor axilar también puede producirse por el aseo inadecuado, la depilación y el hecho de sudar en exceso. Al ubicarse debajo de la articulación del hombro y ser una cavidad, la axila representa una parte corporal cálida, en la que hay gran número de ganglios linfáticos, glándulas sudoríparas y folículos pilosos.

Sus pliegues son finos, por lo que tiende a acumular humedad. De acuerdo con una publicación de la Enciclopedia de salud y seguridad en el trabajo, la exposición al calor más una evaporación insuficiente del sudor genera sarpullido. Al rozar una superficie cutánea con otra, aparecen las infecciones por hongos o bacterias en las axilas.

¿Qué provoca la irritación en las axilas?

La descamación y el enrojecimiento son señales de irritación en las axilas. La incomodidad que causa esta condición trasciende a que te cohíbas de vestir prendas con las que puedas levantar los brazos sin avergonzarte. Pero, ¿por qué ocurre?

1. Métodos de depilación

Para algunas personas, el vello axilar es desagradable, así que optan por la depilaciónAl quitar los pelos, esta zona queda vulnerable a factores externos, empezando por la técnica seleccionada para arrancarlos.

Usar de modo continuo la rasuradora podría herir la piel y dar paso a la aparición de bultos rojos en los folículos pilosos. El riesgo es menor si te afeitas durante la ducha y aplicas un gel de baño.

La cera depilatoria suele recomendarse para no manchar la dermis. Pero si no hidratas, también existe probabilidad de irritación.

Depilación de las axilas.
La técnica de depilación que se utilice para las axilas puede marcar la diferencia entre tener o no irritación.

2. Mala higiene

Asear las axilas es un hábito diario. Cuando te saltas esta rutina proliferan microorganismos que desencadenan malos olores e irritación.

Además, la localización de esta parte corporal, la permeabilidad y la falta de luz solar a veces resultan en escozor. Usa un jabón y desodorante dermatológicamente probados.

3. Roce

Practicar deportes o utilizar ropa ajustada causan fricción constante, debido al roce de piel con piel o piel con tela. Esto podría lesionar las axilas. Prefiere la ropa suelta o de telas transpirables.

4. Algunos cosméticos

Las fórmulas químicas de ciertos productos no caen bien a toda dermis. En ocasiones, la composición de geles y desodorantes, incluso jabones y perfumes, altera el equilibrio de la piel.

5. Calor

La sudoración es influenciada por las temperaturas elevadas. La Clínica Mayo señala que la miliaria o las erupciones son frecuentes en climas calurosos y húmedos. Los poros se obstruyen y el sudor queda atrapado. Las prendas holgadas y ventilar las salas limita el padecimiento.

6. No exfoliar

Para que tus axilas respiren, transpiren y se hidraten, exfolia. Esta es la manera de retirar la piel muerta y los residuos de cosméticos. De preferencia, hazlo por las noches, antes de dormir, ya que el cuerpo descansa de la actividad física y se produce la regeneración de los tejidos.

¿Hay enfermedades que irritan las axilas?

Definitivamente sí. Existen complicaciones dermatológicas que afectan las axilas, hasta el punto de irritarlas.

Los médicos indicarán el tratamiento de acuerdo con el nivel de intensidad. En casos leves, aparte de la higiene, suelen prescribirse antimicrobianos tópicos.

Si son lesiones incipientes se recetan corticoides intralesionales. Y para las infecciones agudas se apela a los antibióticos orales. Las incisiones quirúrgicas, por su parte, tienen lugar cuando se forman abscesos fluctuantes.

A continuación, conoce algunas enfermedades comunes en las axilas:

  • Dermatitis irritante de contacto: es la consecuencia de una toxina o un irritante que toca la dermis. Se evidencia con erupción escamosa, roja o áspera. Pica y su avance genera ampollas. Un artículo de la revista Farmacia Profesional asevera que el contacto con fragancias o perfumes de desodorantes podría afectar el área axilar.
  • Dermatitis alérgica: es el efecto a un alérgeno. Se manifiesta con efecto retardado, una vez que el sistema inmunitario detecta la sustancia extraña. Acarrea costras o ampollas. Además de jabones y desodorantes, los detergentes, las telas y los medicamentos inducen la afección.
  • Tiña corporis: esta infección se da más en personas que sudan demasiado. La lesión crece hacia afuera de un círculo y a veces tiene escamas.
  • Foliculitis: los folículos pilosos se inflaman tras depilarse o rasurarse y al mojarse en aguas mal cloradas. Sus síntomas son dolor o prurito y la formación de pústulas con borde eritematoso.
  • Hiperhidrosis: es la sudoración excesiva provocada por la hiperactividad en los nervios de las glándulas sudoríparas. Al haber tanta humedad, sube la tendencia a la irritación en las axilas. Un texto difundido por la Revista Chilena de Dermatología asocia esta condición con patologías médicas y fármacos, acentuando su impacto en la calidad de vida.
Hiperhidrosis axilar.
La hiperhidrosis es un padecimiento molesto. Afecta la calidad de vida de los pacientes en su aspecto social.

¿Cómo curar la irritación en las axilas?

Lo principal para recuperar la piel de las axilas es mantener una rutina de higiene saludable. Asimismo, seleccionar productos que minimicen el peligro de irritabilidad, de preferencia antitranspirantes. También ayuda vestir ropa cómoda, que evite la fricción y refresque la piel.

Humectarse e hidratarse es básico tras el depilado. De ser posible, compra cremas hechas con glicerol y sin perfume. Evita rascarte, prueba remedios naturales para las axilas y busca atención dermatológica si las lesiones no sanan.

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