Markelle Fultz y Lonzo Ball le dieron nuevas expectativas al futuro de la NBA el jueves por la noche.
Mientras tanto, Jimmy Butler y Tom Thibodeau esperan proporcionarle un nuevo brillo a su carrera.
Fultz y Ball encabezaron una racha récord de atletas que pasaron sólo un año en el deporte universitario antes de ascender al nivel profesional en el draft de la NBA, que sufrió una sacudida al principio de la primera ronda cuando los Bulls de Chicago canjearon a Butler a los Timberwolves de Minnesota.
Los 76ers de Filadelfia se llevaron a Fultz con la primera selección y acto seguido los Lakers eligieron a Ball, en una jornada en la que el reclutamiento de la liga arrancó con un par de escoltas de primer año procedentes de universidades de la Conferencia Pac-12 de la costa oeste. Nueve de los primeros 10 seleccionados sólo jugaron una temporada en un equipo universitario.
Thibodeau tiene suficientes jugadores jóvenes en Minnesota y quería un veterano como el que tenía durante su exitoso desempeño al frente de los Bulls. Halló a uno en Butler, al que los Wolves adquirieron junto con la 16ta selección del draft a cambio de Zach LaVine, Kris Dunn y el séptimo turno del reclutamiento, que terminó siendo _¿quién más?_ otro jugador de primer año, Lauri Markkanen de Arizona.
Mientras eso se fraguaba, el draft arrancó con el mismo orden de las cuatro primeras selecciones del año pasado: Filadelfia, los Lakers, Boston y Phoenix.
Fultz promedió 23,2 puntos la pasada temporada en Washington, para liderar a los jugadores de primer año, y añadió 5,9 asistencias y 5,7 rebotes por partido. Fue el único jugador de la máxima división del básquetbol universitario de Estados Unidos en redondear esas estadísticas. Cuando su nombre fue mencionado por el comisionado Adam Silver, Fultz subió a la tarima con unas zapatillas de color rojo, confeccionadas con el material de pelotas de baloncesto.
Los 76ers dispusieron de la primera selección por segundo año seguido, luego que el lunes pactaron un traspasado con los Celtics de Boston. Añaden a Fultz a un joven núcleo que Joel Embiid y Dario Saric, finalistas en la votación para el Novato del Año de la pasada temporada. También cuentan con Ben Simmons, la primera selección del año pasado, y que se perdió toda la temporada por una lesión en el pie.
Fultz, quien solo disputó 25 partidos con su universidad, dijo que siempre soñó con tener la etiqueta de primera selección, y que no le irritó que Boston no quiso tomarle.
«En la escuela secundaria le decía a mi entrenador Keith (Williams) que quería ser el número uno del país y el número uno del draft, así que ese fue el objetivo que me planteé, y por eso luché”, dijo Fultz.
Ball y su padre, LaVar, lograron que su deseo se hiciera realidad: quedarse en Los Ángeles, donde brilló la temporada pasada con la UCLA. LaVar Ball había sido enfático al señalar que su hijo solo quería jugar con los Lakers.
«Esta iba a ser una gran noche. Y definitivamente que ha sido así y ahora me voy a enfocar en jugar”, dijo Lonzo Ball. “Solo quiero estar en la cancha”.
Mientras Lonzo caminaba hacia la tarima para encontrarse con Silver, el escolta se acomodó un gorro de color púrpura de los Lakers y LaVar se puso un gorro dorado con la marca “Big Baller”, la compañía que acaba de lanzar.
Los Celtics tomaron a Jayson Tatum de Duke con la tercera selección, recibiendo una sonora ovación por un enorme contingente de fanáticos de Boston en el Barclays Center. La seguidilla de jugadores de primer año continuó cuando los Suns de Phoenix seleccionaron al alero Josh Jackson (Kansas); los Kings de Sacramento al escolta De’Aaron Fox (Kentucky); y el Magic de Orlando al alero Jonathan Isaac (Florida State).
Silver ha dicho que le gustaría cambiar la edad mínima para entrar a la NBA con el fin de que los jugadores cursen más tiempo en la universidad. La normativa vigente estipula que los jugadores nacidos en Estados Unidos deben tener 19 años y al menos una temporada universitaria.