25% de deuda de USD32 mil millones del Gobierno de El Salvador vence entre 1 y 5 años

by Redacción

La deuda pública del Gobierno de El Salvador, que presenta cifras que superan los USD32 mil 500 millones a finales de 2025 (cerca del 88% del PIB), enfrenta un desafío inminente en su perfil de vencimientos. Datos recientes del Ministerio de Hacienda (a enero/septiembre de 2025 para la deuda del Sector Público No Financiero de Mediano y Largo Plazo) indican que aproximadamente el 25% de este saldo de deuda tiene plazos residuales de vencimiento que oscilan entre uno y cinco años.

Cifras Clave y Presión Fiscal

Este cuarto del endeudamiento total, que se traduce en miles de millones de dólares, representa una carga significativa y una presión constante sobre las finanzas públicas en el corto y mediano plazo. La concentración de vencimientos en este periodo obliga al Gobierno a ejecutar estrategias financieras continuas de manejo de pasivos y refinanciamiento para evitar un default o un estrés severo en la caja fiscal.

  • Deuda Total: Más de $32,500 millones (a inicios de 2025).
  • Vencimientos Cercanos: Cerca del 25% del saldo de deuda de mediano y largo plazo vence entre 1 y 5 años (Según el perfil de vencimientos de la deuda SPNF de mediano y largo plazo).
  • Contexto del PIB: La deuda total representa más del 88% del Producto Interno Bruto (PIB), posicionando a El Salvador como uno de los países más endeudados de Centroamérica.

Estrategias de Manejo de Deuda

En el contexto de estos desafíos, el gobierno salvadoreño ha recurrido a una serie de operaciones de recompra de bonos de deuda externa, apuntando específicamente a vencimientos cercanos como los de 2027, 2029, y más allá. Estas recompras, aunque realizadas con éxito, tienen el objetivo de suavizar el perfil de vencimientos a corto plazo y reducir los riesgos de refinanciamiento. Sin embargo, estas operaciones, a menudo implican la emisión de nueva deuda o el uso de reservas, moviendo el problema hacia adelante o asumiendo costos financieros diferentes.

La necesidad constante de recomprar o refinanciar la deuda a corto y mediano plazo tiene implicaciones directas en la política fiscal. El uso de recursos para el servicio de la deuda (pago de capital e intereses) puede restringir el gasto en áreas sociales, inversión pública y afectar la capacidad adquisitiva de los ciudadanos a largo plazo, ya sea por una potencial subida de impuestos o por un recorte en el gasto operativo.

La Perspectiva de los Analistas

Economistas y organismos internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), han señalado la insostenibilidad del actual nivel de endeudamiento del país. El constante aumento de la deuda (que se duplicó en la última década y creció aceleradamente desde 2019) y la concentración de vencimientos en el horizonte cercano intensifican la urgencia de una estrategia fiscal integral y transparente.

«La necesidad de refinanciar una cuarta parte de la deuda en los próximos cinco años significa que el país debe mantener un acceso continuo y favorable a los mercados financieros internacionales», explica un analista económico local. «Cada operación de recompra o emisión de nueva deuda se monitorea de cerca, ya que el riesgo de refinanciamiento, especialmente con tasas de interés elevadas —como las que se han visto en algunas emisiones—, puede encarecer sustancialmente el costo del endeudamiento para el país.»

La clave para la estabilidad económica de El Salvador en el mediano plazo estará en su capacidad para mejorar la estructura de vencimientos (alargando los plazos) y, fundamentalmente, en demostrar una disciplina fiscal que permita reducir el ritmo de endeudamiento y generar un superávit primario para comenzar a amortizar el capital.

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