Más de 1,8 millones de salvadoreños participaron el martes en un simulacro para medir la capacidad de organización y respuesta ante un eventual terremoto, cuando se cumplen 31 años de un fatídico sismo que causó 1.500 muertos en 1986.
«El simulacro de terremoto nos ha permitido poner a prueba planes de emergencia de evacuación en edificaciones, la capacidad de organización y respuesta ante una emergencia como la que genera un terremoto», dijo a periodistas el director de Protección Civil, Jorge Meléndez.
En el simulacro, efectuado a nivel nacional, participaron miembros de cuerpos de socorro, el ejército, policía, bomberos, estudiantes de escuelas públicas y privadas, personal de hospitales e instituciones estatales, así como algunas empresas privadas y unos cuantos centros comerciales, indicó Meléndez.
«Medimos tiempos de evacuación de edificios, probamos sistemas de comunicación de emergencia y todo ha salido muy bien, las personas han acatado los protocolos de evacuación», agregó el director de Protección Civil.
En San Salvador, mientras las personas evacuaban los edificios de oficinas estatales o los centros comerciales, helicópteros de la Fuerza Aérea y la policía hacían labores de reconocimiento para detectar posibles edificaciones colapsadas en caso de terremoto.
De acuerdo al subdirector de Protección Civil, Mauricio Guevara, en El Salvador se registran un promedio de 5.500 sismos anualmente, aunque no todos son perceptibles para la población.
El simulacro coincidió con el 31 aniversario del terremoto que el 10 de octubre de 1986 dejó 1.500 muertos, unos 10.000 heridos y 60.000 casas destruidas o seriamente dañadas, mayormente en la ciudad capital.
Según la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), ese seísmo dejó daños por 1.346 millones de dólares.