El Segundo Congreso Regional Penitenciario se lleva a cabo en la Ciudad de Guatemala, en el cónclave de Seguridad se buscan las causales de la evolución del fenómeno de las pandillas en la región.
El fenómeno pandilleril fue profundamente influenciado por las políticas estatales y las deportaciones masivas iniciadas durante el gobierno de Bill Clinton en Estados Unidos. La llegada de familias californianas a Centroamérica, como resultado de estas deportaciones, marcó el inicio de una nueva era en la estructura de las pandillas, que venían desarrollandose desde la última administración Bush.
La viceministro de Seguridad de Guatemala, Claudia Palencia, ha enfatizado que cada acción en el ámbito penitenciario desencadena una reacción, y que no solo se trata de recuperar los centros carcelarios de las estructuras criminales internas, sino de estar preparados para las consecuencias en la calle. Los análisis de riesgo y los planes de seguridad se desarrollan en paralelo, identificando normativas que necesitan reformas.
Sin embargo, Palencia subrayó que el Ministerio de Gobernación carece de la potestad para presentar estas reformas, dependiendo de otros funcionarios para llevarlas a cabo. A pesar de las limitaciones, se siguen tomando acciones operativas para mejorar el sistema penitenciario.
El director de la Policía Nacional Civil (PNC), David Custodio Boteo, destacó la importancia de la inteligencia penitenciaria y su relación con la inteligencia policial. Las pandillas utilizan las cárceles como espacios naturales de evolución y comunicación. La buena comunicación y coordinación entre la Policía Nacional Civil y el Sistema Penitenciario ha permitido reducir la incidencia de extorsiones y homicidios a través de requisas y la incautación de teléfonos celulares. Este trabajo conjunto es esencial para enfrentar la dinámica delictiva de las pandillas dentro y fuera de las cárceles.
A pesar que «la presión social empuja a adoptar medidas más severas contra las pandillas», Palencia explicó que aunque existe en Guatemala una gran presión para emular las políticas del gobierno de Bukele, en la hermana República de El Salvador, Guatemala no va a aplicar de manera irresponsable el Populismo Punitivo, ya que las normativas guatemaltecas son diferentes y no permiten una adopción directa de las mismas medidas, explicando que en Guatemala se respetan las leyes.
Además, destacó que Guatemala no solo mira a El Salvador, sino que también busca aprender de otros países como México y Estados Unidos para fortalecer su Sistema Penitenciario.
Por su parte, El director de la PNC subrayó que, a diferencia de El Salvador, el problema de Guatemala no se limita a las pandillas. Guatemala enfrenta desafíos adicionales como el narcotráfico, el tráfico de personas y la migración irregular, que también generan una alta incidencia delictiva. Por ello, el enfoque del Gobierno guatemalteco es integral, abarcando diversos aspectos del crimen organizado. La habilitación de la cárcel de alta seguridad del Infierno es una de las medidas adoptadas para controlar a los delincuentes de alta peligrosidad y reducir la criminalidad.
La clasificación penitenciaria y la segregación de las pandillas en los centros carcelarios deben analizarse, por si la segregación ha sido beneficiosa o ha dificultado el control de las estructuras criminales. Tanto la separación de las pandillas en diferentes centros como la dispersión dentro de estos deben ser evaluadas para tomar decisiones efectivas en la lucha contra el crimen, según Palencia.
El debate en el segundo Congreso Regional Penitenciario destacó la complejidad del fenómeno de las pandillas en Centroamérica y la importancia de las políticas estatales en su evolución. La cooperación entre inteligencia penitenciaria y policial, el aprendizaje de las experiencias de otros países y un enfoque integral en la seguridad son claves para enfrentar este desafío. La discusión también puso de relieve la necesidad de reformas normativas y operativas para mejorar el Sistema Penitenciario y reducir la criminalidad en la región.