Al menos 70 parientes silvestres de algunas de las plantas cultivadas más importantes del planeta están amenazadas de extinción y son originarias de México, Guatemala, El Salvador y Honduras.
En primer lugar de riesgo está la vainilla, de la cual hay ocho especies presentes en la región que están clasificadas como en peligro crítico en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
A esta planta le sigue 92 por ciento de las especies de algodón y 60 por ciento de las de aguacate. También están amenazados dos grupos emparentados con el maíz, Zea y Tripsacum, con 44 por ciento y 33 por ciento de las especies, respectivamente. Asimismo están amenazadas de extinción 31 por ciento de las especies de frijol, una de cada cuatro de chile, 23 por ciento de las de papa, 12 por ciento de las de tomatillo y 9 por ciento de las de calabaza.
Esto indica el estudio Riesgo de extinción de parientes silvestres de cultivos mesoamericanos, divulgado en la revista Plants, People, Planet, que analizó 224 plantas estrechamente emparentadas con los cultivos de maíz, papa, frijol, calabaza, chile, vainilla, aguacate, tomatillo y algodón.
Recursos genéticos
El estudio fue elaborado por expertos de la UICN y de instituciones mexicanas como la Comisión Nacional para el Uso y Conocimiento de la Biodiversidad, el Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas y Pecuarias, el Instituto de Ciencia y Tecnología Agrícolas, el Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal Enrique Álvarez Córdova (El Salvador) y la Universidad de Birmingham (Reino Unido).
El documento indica que las plantas originarias de los países citados resguardan recursos genéticos necesarios para producir en el mundo cultivos más resilientes al cambio climático, a plagas y enfermedades, y para mejorar su rendimiento.
Reporta que 35 por ciento de estas plantas silvestres están amenazadas de extinción, a causa de la conversión de hábitats naturales para usos humanos, unida al abandono de métodos agrícolas tradicionales que son remplazados por la mecanización y el uso generalizado de herbicidas y pesticidas. Las especies invasoras y las plagas, la contaminación por cultivos genéticamente modificados, la recolección excesiva y la tala plantean amenazas adicionales, indica.
Agrega hay al menos 16 especies silvestres afines incluidas en este estudio han sido utilizadas para obtener cultivos más resilientes al cambio climático, fenómenos meteorológicos extremos y otras amenazas.