Único forense calificado en El Salvador será sancionado por hablar con transparencia ante medios de comunicación
La espeluznante escena del crimen en la ciudad de Chalchuapa cuenta ya con dos docenas de cadáveres según forense de la Fiscalía General de la República (FGR)

Trabajadores forenses seguían buscando los restos de múltiples víctimas de una espeluznante escena del crimen en Chalchuapa, Santa Ana, luego de que el viernes desenterraron cuerpos de una fosa en la casa de un expolicía sospechoso de asesinar y enterrar potencialmente a decenas de mujeres.
Las autoridades confirmaron que hasta el momento se han retirado ocho cuerpos debajo de la vivienda del exoficial Hugo Osorio, un violador convicto que los fiscales acusaron formalmente del asesinato de dos mujeres y dos hombres a principios de este mes y que hoy goza de ser testigo «criteriado» (con beneficios especiales), a pesar de los espeluznantes crímenes que se presume ha cometido.
La violencia sexual es la teoría principal de los asesinatos, según los funcionarios. Ni Osorio ni su abogado pudieron ser contactados de inmediato para hacer comentarios.
Las autoridades esgrimen hoy la posibilidad de una conspiración, ya que otras 10 personas fueron acusadas de asesinar a nueve mujeres en homicidios presuntamente relacionados, junto con otros cuatro asesinatos de víctimas cuyos cuerpos han aparecido en la misma casa ubicada junto a un cultivo de caña de azúcar.
La vivienda fue rodeada por policías fuertemente armados el viernes, mientras decenas de familiares de algunas personas desaparecidas se reunían cerca y se preguntaban si podrían identificar a más de los cuerpos que iban emergiendo.
El recuento final de cadáveres de la propiedad de Osorio, ubicada en el municipio de Chalchuapa, a unos 78 kilómetros al noroeste de San Salvador, sigue sin estar claro.
«Se está trabajando únicamente el pozo en donde tenemos ocho cadáveres y todavía se miran algunos más», dijo el fiscal Max Muñoz en rueda de prensa el viernes, refiriéndose a la fosa donde se hallaron los ocho cuerpos, sin dar más detalles.
Sin embargo, las dudas sobre la cantidad de cadáveres se avivaron esta semana cuando el detective forense Israel Chicas, el único especializado en el país dijo a periodistas, en un episodio de «transparencia», que se habían desenterrado dos decenas de cuerpos en la escena del crimen y que, en última instancia, se podrían recuperar hasta 40.
De inmediato, el fiscal general Rodolfo Delgado, recientemente nombrado por el partido del presidente de la República, Nayib Bukele, dijo el viernes que el oficial que dio esas declaraciones será sancionado por brindar información poco confiable.
El fiscal general calificó como una «falta a sus deberes» el hecho que el criminólogo diera información a los medios sobre la escena del crimen.
Ticas es especialista en arqueología forense y suma más de dos décadas de experiencia en su campo.
Por otra parte, Osorio se encuentra recluido en una cárcel de máxima seguridad en la que también se le considera un testigo que puede arrojar luz sobre otros delitos.
Mauricio Arriaza, jefe de la Policía Nacional Civil (PNC), dijo que Osorio fue removido de las filas policiales hace 15 años después de que fue declarado culpable de estupro y violar a una menor, delitos por los que finalmente fue sentenciado a cinco años tras las rejas.
Las autoridades también han dicho que están analizando pruebas que pueden apuntar a otros posibles delitos cometidos por Osorio, incluido el robo.