Una guerra comercial sin precedentes entre EE.UU. y China

La ola de aranceles de Donald Trump ha desencadenado una guerra comercial con China, empujando a las economías más grandes del mundo a una situación hasta ahora desconocida

by Redacción

“Si Estados Unidos persiste en librar una guerra arancelaria, una guerra comercial o cualquier otro tipo de guerra, la parte china los combatirá hasta el final”, dijo el 4 de marzo el portavoz de Exteriores de China, Lin Jian, en respuesta al aumento del 20 por ciento de aranceles de Estados Unidos.

Siendo este el tipo de retórica empleado cuando había una tasa del 20 por ciento, pocos dudan ahora de que Estados Unidos y China están enfrascados en una seria guerra comercial, ya que la tasa arancelaria estadounidense se disparó a más del 100 por cien de la noche a la mañana.

Por su parte, China anunció el miércoles (9 de abril) que aumentaría los aranceles sobre todos los productos estadounidenses al 84 por ciento a partir del 10 de abril.

¿Qué es una guerra comercial?

Se trata de un conflicto económico en el que los países implementan y aumentan aranceles y otras barreras no arancelarias entre sí. En general, suele surgir de un proteccionismo económico extremo y, normalmente, incluye las llamadas medidas de ojo por ojo, donde cada parte aumenta los aranceles como respuesta.

En el siglo XVII, muchas guerras reales fueron causadas por disputas comerciales. La Primera Guerra del Opio entre el Imperio Británico y China, en el siglo XIX, también se originó por una disputa comercial.

Los aranceles de Trump: ¿una apuesta arriesgada?

Históricamente, muchas guerras y disputas comerciales se han resuelto a través de mecanismos de resolución de disputas, negociadas por organismos como la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Los acuerdos y tratados de libre comercio también pueden poner fin a una guerra comercial o, por ejemplo, con el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), un marco legal acordado en 1947, con el objetivo de reducir aranceles y promover el comercio internacional.

Durante la primera presidencia de Donald Trump, ambos mandatarios (Trump y Xi Jinping) se llevaron razonablemente bien

¿Qué tan grave es esta escalada comercial?

Aunque la guerra comercial entre Estados Unidos y China ha alcanzado un nivel de escalada sin precedentes esta semana, en realidad, ya hubo problemas desde el primer mandato de Trump.

En enero de 2018, su administración impuso aranceles a las importaciones chinas, lo que provocó represalias por parte de Pekín. Aunque se llegó a un acuerdo entre ambos países en 2020, la mayoría de los aranceles se mantuvieron vigentes hasta las últimas escaladas.

El comercio de bienes entre China y Estados Unidos fue de alrededor de 585.000 millones de dólares en 2024. China exporta mucho más a Estados Unidos. En el mismo año, Estados Unidos importó alrededor de 440.000 millones de dólares en bienes y servicios de China, en comparación con los 145.000 millones de dólares en la dirección opuesta.

Las estimaciones varían, pero muchos economistas coinciden en que la nueva tasa arancelaria de Estados Unidos sobre China es del 104 por ciento. Se calcula que los aranceles chinos en la dirección opuesta rondan el 56 por ciento, pero se espera que esa cifra aumente a medida que continúen las represalias.

Además, Pekín podría tomar medidas de represalia contra empresas estadounidenses en China, como Apple. Ya ha iniciado investigaciones antimonopolio contra los grupos tecnológicos Google y Nvidia. También podría intentar sacar provecho de las inversiones de empresas chinas en Estados Unidos.

Del lado estadounidense, Trump ha dejado claro que está dispuesto a seguir aumentando los aranceles. También podría limitar aún más la inversión de empresas chinas en Estados Unidos y restringir la inversión de empresas estadounidenses en tecnologías estratégicas en China, con el objetivo de frustrar el desarrollo tecnológico de Pekín.

¿Habrá otras guerras comerciales?

El 8 de abril, los llamados “aranceles recíprocos” de Trump entraron en vigor con diferentes tasas contra decenas de países en todo el mundo, y ya se han impuesto tasas generales del 10 por ciento contra todos los países.

Si bien algunos líderes extranjeros han buscado negociar con la Casa Blanca, el riesgo de que se produzcan múltiples guerras comerciales es alto. Para Trump y sus asesores económicos, no basta con que los países reduzcan los aranceles contra Estados Unidos, sino que esperan un comercio equilibrado.

La Comisión Europea dijo que había ofrecido un acuerdo arancelario “cero por cero” para evitar una guerra comercial. Pero también ha propuesto sus primeros aranceles de represalia del 25 por ciento sobre una gama de importaciones estadounidenses en respuesta a los aranceles de Trump al acero y al aluminio. Todavía no ha dado una respuesta formal a los aranceles.

¿Cómo podría terminar todo esto?

Algunos países quizás puedan lograr acuerdos que puedan resultar en tasas arancelarias más bajas. Sin embargo, cuando se trata de China, las señales de un acuerdo rápido o favorable parecen escasas.

Ambas partes se consideran en posición de ventaja, dado el tamaño de sus economías, y actualmente ninguna muestra señales de ceder.

Con información de DW

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