El padre de familia, quien prefiere no identificarse por cuestiones de seguridad, sospechó sobre la desaparición de su hija de 13 años cuando el pasado lunes no regresó del colegio a la hora usual, ni tampoco en la noche. Después de tres días decidió investigar por su cuenta y siguió el rastro de una compañera de colegio de la joven a través de Facebook. Así dio con el lugar donde la tenían retenida para realizar servicios sexuales.
En vista de que habían pasado tres días desde su desaparición sin recibir ninguna noticia de las autoridades, el hombre decidió comenzar su propia indagación buscando en redes sociales. Sospechó de inmediato de una compañera de clases que en su Facebook publicaba fotos sugestivas y ofrecía drogas. Así que le siguió la pista.
Un día puso un post donde ofrecía ácidos y publicó un número de teléfono y una página web para adultos. Sin pensarlo se contactó y una mujer le informó que el servicio con una menor de edad costaba 70 dólares. «Me dice que tiene una amiguita nueva y me cita en la calle 22 con carrera 14 en una esquina donde hay una bomba de gasolina», contó el hombre a City TV.
Me dice que tiene una amiguita nueva y me cita en la calle 22 con carrera 14
«Me puse nervioso y me escondo. Espero a que me den la espalda, pero se iban a subir a un taxi y entonces las cogí con la mano, abrazo a mi hija, y en ese momento salen tres tipos», contó el hombre al medio televisivo. Mientras los hombres lo insultaban, él montó a su hija al carro en el que fue y se la lleva.
Según el padre de familia notó en el rostro de su hija que había estado llorando y vestía una minifalda. Luego, en Medicina Legal, le confirmaron que había sido drogada. La joven les contó a las autoridades que una amiga la invitó a un «encuentro» donde le ofrecieron dinero para prostituirse. La Fiscalía ya investiga el caso para desarticular la red de trata.