El Gobierno de la República recibió el jueves un lote de 158 ventiladores mecánicos donados por Estados Unidos para «salvar vidas de pacientes críticos de COVID-19 y proporcionar más herramientas a los médicos».
La entrega del donativo se da luego de una polémica por el robo de $3 millones en ventiladores que fueron localizados en el estado de Florida, Estados Unidos, de lo que se desconocen detalles.
El embajador de Estados Unidos en El Salvador, Ronald Douglas Johnson, aclaró, durante una conferencia de prensa brindada hoy junto al presidente Nayib Bukele, que este es el segundo lote de ventiladores que EE.UU. dona a El Salvador, e indicó que el tercero será entregado en las «próximas semanas».
Johnson explicó que el lote de 192 ventiladores que fueron robados será el tercer donativo que EE.UU. enviará a El Salvador.
«Ante la confusión sobre los ventilares robados déjenme ser claro. El presidente Donald Trump se comprometió con el presidente Bukele a donar 600 ventiladores a El Salvador, los primeros 250 fueron donados en mayo al Ministerio de Salud y a inicios de agosto otros (ventiladores) fueron robados en Florida», dijo el diplomático.
Continuó diciendo: «hoy estamos donando 158 nuevos ventiladores, que no son parte de esos que fueron robados en Estados Unidos. En las próximas semanas vendrán los restantes ventiladores, que son los que fueron recuperados, para completar los 600 del donativo».
Según diversas informaciones, cuando fue robado el lote de los ventiladores, valorado en tres millones de dólares, estaban siendo enviados a El Salvador por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
Ante esta situación, un grupo de diputados de una comisión especial de la Asamblea Legislativa que investigará el uso de fondos por parte del Gobierno durante la pandemia acordó el miércoles solicitar al Buró Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés) un reporte sobre el robo de los ventiladores.
Por su parte, el presidente Bukele dijo que el Gobierno prefirió «no pronunciarse porque sería absurdo reclamar».
«No nos pronunciamos por el robo de los ventiladores por decencia. Si nosotros los hubiéramos comprado y se atrasan, podríamos haber hecho un reclamo, pero cuando un Gobierno nos da un regalo, lo más absurdo sería reclamar», afirmó.
Y añadió: «no los hemos comprado, sino que son donados. Entiendo que asaltaron a la compañía de carga y el FBI lo resolvió».