Las fuerzas de seguridad israelíes han sido movilizadas y reforzadas en Jerusalén y Cisjordania ante la convocatoria de protestas palestinas para este viernes, día sagrado musulmán, en rechazo a la decisión del presidente estadounidense Donald Trump de reconocer a Jerusalén como capital de Israel. Dos personas murieron y hay decenas de heridos por enfrentamientos.
La Policía israelí confirmó el refuerzo y despliegue de unidades en Jerusalén, especialmente en torno a la Ciudad Vieja donde se encuentra la Explanada de las Mezquitas y donde acudieron decenas de miles de palestinos a rezar este mediodía.
«No hay ninguna limitación especial ni restricciones de entrada (al templo sagrado)», confirmó a la agencia de noticias EFE el portavoz policial, Micky Rosendfeld, una medida que se ha tomado en anteriores convocatorias como parte de la seguridad.
La zona Este de Jerusalén, donde está la ciudad amurallada, amaneció este viernes con relativa normalidad tras la jornada de huelga del jueves con los comercios abiertos y mayor trasiego de visitantes y residentes.
El Ejercito israelí reforzó desde el jueves las fuerzas de defensa y de inteligencia en Cisjordania, con el envío de batallones, ante la previsión de manifestaciones y, según la emisora de radio Kan, «las unidades de entrenamiento recibieron instrucciones para estar preparadas por si fuera necesario enviar refuerzos».
Ayer se produjeron los primeros enfrentamientos entre palestinos en Cisjordania que se acercaron a los puestos militares israelíes, ante lo que el Ejército respondió con material no letal antidisturbios que dejó decenas de heridos.
La Media Luna Roja indicó que atendió a 108 manifestantes por heridas de balas recubiertas de caucho, gases lacrimógenos y caídas en Ramala, Tulkarem, Belén, Qalquilia, Nablus, Yenín y la Franja de Gaza.
En Jerusalén Este, las unidades policiales controlaban los accesos a la entrada de la ciudad amurallada por la Puerta de Damasco, y prevenían a jóvenes varones unirse a una protesta de un grupo de mujeres, lo que aumentó intermitentemente la tensión.
El movimiento islamista Hamás llamó a iniciar una tercera intifada y las facciones palestinas han pedido participar en el llamado «Día de la Ira» para mostrar el rechazo al anuncio de Trump.