En una decisión histórica que resuena en el escenario político internacional, el Supremo Tribunal Federal de Brasil ha declarado culpable al expresidente Jair Bolsonaro de intentar un golpe de Estado en su país. La sentencia, que lo inhabilita para ocupar cargos públicos por un largo periodo, marca un precedente en la región.
El fallo del Supremo se produce en un contexto de tensiones políticas. La corte argumentó que Bolsonaro lideró un plan para anular los resultados de las elecciones de 2022 y permanecer en el poder, utilizando su influencia para desacreditar el sistema electoral y movilizar a sus seguidores en una insurrección. El intento de golpe, que culminó con el asalto a las sedes de los tres poderes del Estado el 8 de enero de 2023, fue calificado por la mayoría de los jueces como una grave amenaza a la estabilidad democrática de Brasil.
Sin embargo, la condena no fue por unanimidad, el panel de cinco miembros de la Corte Suprema de Brasil formó una mayoría de tres votos para condenar al ex presidente. Aún se desconoce el fallo del juez Cristiano Zanin, que determinará si Bolsonaro podrá apelar o no su eventual condena. Si Zanin se inclina en favor del ex mandatario, el conservador podrá apelar ante el pleno de la Corte Suprema. Si se suma a la mayoría y el recuento termina 4 a 1, Bolsonaro no podrá recurrir la decisión de los jueces del Tribunal Supremo.
El veredicto se emitió en un momento especialmente delicado, ya que el expresidente estadounidense Donald Trump, un aliado y referente político de Bolsonaro, actualmente se encuentra en la Casa Blanca. La sentencia del Supremo brasileño es vista por algunos analistas como un desafío implícito a la narrativa de los movimientos de extrema derecha a nivel global.
A pesar de que el fallo ha sido aplaudido por la izquierda y el oficialismo del brasil, sus detractores lo califican de una decisión con motivaciones políticas.
Con información de la Agencia Digital de Noticias -ADN-
